Si la intención de Luis Miguel era conquistar de nuevo el terreno perdido con atenciones al público, sonrisas y un repertorio con temas emblemáticos, lo logró.

Del intérprete de La incondicional no se recordó nada más que sus canciones, la noche del miércoles, en el Auditorio Nacional, al que acudieron unas 10 mil personas que lo ovacionaron, incluso cuando por segundos se le fue el audio o cuando se le enredó el cable del apuntador en su impecable traje negro.

El Sol iluminó el recinto de Reforma. Con su sola presencia y carisma sacudió y puso al borde la locura a los presentes, la mayoría incondicionales y poco exigentes, que cantaron, casi todo el tiempo de pie, las melodías más exitosas, que van desde el pop hasta las románticas y las rancheras. En estas últimas piezas, dedicadas a México, cuyo fondo eran proyecciones de diversas regiones del país, estuvo acompañado por el mariachi, al cual El Sol también movió a su ritmo, lo dejaba solo o lo invitaba a llegar al filo del escenario para continuar con las melodías.

Un gran coro humano recibió a Luis Miguel en la primera presentación de su gira ¡México por siempre!, luego de haber cancelado en 2015 el tour Dejá vu, que tendría lugar en el coloso de Reforma.

Es un enorme placer tenerlos en este lugar; hay grandes motivaciones en regresar: una es la música y la segunda son ustedes, este público maravilloso que tanto cariño me ha dado, expresó para complacencia de sus fans.

Sus más de 10 mil seguidores también olvidaron los problemas de salud que aquejaron al cantante, así como sus problemas legales con sólo escuchar No sé tú, Fría como el viento, Tengo todo excepto a ti y Hasta que me olvides.

Encanto que causa euforia

Además de su elegancia y potente voz, recurrió a su conocido baile, rítmicos movimientos y alegres mohines, que incluso visto desde las pantallas pusieron frenéticas a sus fans.

El toque romántico llegó. Con La barca recibió los halagos más calurosos, pero en la interpretación de Contigo en la distancia fue interrumpido por los gritos de euforia; luego de un par de minutos continuó la melodía. Se veía emocionado. Después, con un gran piano, cantó La gloria eres tú, interpretación que le valió más alabanzas.

Luis Miguel no recurrió a una gran producción, pero con su banda y tres coristas cantó Tres palabras, Ahora que te vas, Por debajo de la mesa y No sé tú. Para el medley seleccionó Cuestión de piel, Oro de ley, Esa niña,  Fría como el viento y Entrégate. Fue un viaje al pasado con temas que se recuerdan siempre.

Casi se hizo la fiesta con Palabra de honor, Separados, 1+1=2 enamorados, Directo al corazón, Ahora te puedes marchar, La chica del bikini azul, Isabel y Cuando calienta el Sol.

Al final del concierto, luego de tanto amor recibido, el intérprete se despidió: Muchas gracias, mientras las televisoras lo captaron al salir en su camioneta, donde abrió la puerta para saludar sonriente a quienes lo esperaban. Luis Miguel dará 11 conciertos más en el recinto de Reforma, y otros ocho en varios puntos del país.