El gobierno federal está obligado a evaluar de manera objetiva y confiable –con diferentes escenarios prospectivos a mediano plazo– la posición financiera de Petróleos Mexicanos, ante la incertidumbre de alcanzar el equilibrio económico en la empresa programado para el trienio 2019-2021, recomendó la Auditoría Superior de las Federación (ASF).

Al revisar la realidad de la petrolera en la materia, el ente fiscalizador advirtió que los resultados alcanzados hasta la fecha en el terreno de su recuperación financiera están por debajo de los estimados para lograr las metas planteadas.

La ASF identificó que los supuestos de las variables para la elaboración del plan de negocios de Pemex y los resultados estimados en los balances primarios y financieros no consideraron la materialización de distintos riesgos, por lo que sugiere fortalecer la presentación de dicho plan de negocios.

Una vez complementado el proyecto, se deben considerar distintos escenarios sobre la evolución de la situación económica y operativa con base en los riesgos estratégicos, comerciales y macro económicos, destaca.

La Auditoría refiere que Pemex informó que se han realizado esfuerzos institucionales en materia de contingencias, los cuales han derivado en la generación de un proyecto de políticas y lineamientos de administración de peligros empresariales, y que en los próximas actualizaciones el plan de negocios contemplará escenarios de riesgo estratégico.

Así, en la recomendación de la ASF se solicita a Pemex que considere diseñar y aplicar medidas de disciplina, responsabilidad y prudencia financiera que permitan incrementar los riesgos propios, disminuir el gasto de operación y administración no productivo, elevar la inversión presupuestaria y regir con eficiencia la deuda.

También se recuerda que de 2000 a 2016, el saldo de los pasivos de la petrolera se incrementó en un billón 823 mil millones 179 millones de pesos, equivalente a 7.7 puntos porcentuales del producto interno bruto, con una tasa media de crecimiento real de 13.5 por ciento al año.

Sólo entre 2013 y 2016, el total de la deuda bruta presentó tasas de crecimiento real de entre 25 y 31 por ciento, como resultado de mayores techos de créditos aprobados y a la depreciación del peso ante el dólar.

Para que Pemex enfrente mejores condiciones de restructura financiera, está obligada, en conjunto con sus empresas productivas subsidiarias, a elaborar un manual de procedimientos que incluya métricas para determinar su capacidad de pago.

En respuesta, la firma de participación estatal informó a la Auditoría que pondrá a consideración de la unidad de control interno la elaboración o puesta en marcha de un manual de procedimientos.