Cada vez son más los jugadores mexicanos que deciden migrar a ligas extranjeras aunque no sean tan rimbombantes como las de Europa para mantenerse en las canchas, tales han sido los casos de Luis Ángel Landín, ahora goleador en Costa Rica, así como Omar Arellano, quien llegó este mes al Herediano, y Marco Bueno que viajó a Chile para firmar con el Everton de Viña del Mar.

Hay mucho jugador mexicano en Centroamérica, en Nicaragua, Guatemala, Costa Rica, eso te habla de que el tricolor empieza a voltear hacia estas ligas; saben cómo se maneja el futbol mexicano y que en cualquier momento te pueden dejar sin equipo, entonces hay que tener opciones para que tu carrera no se acabe, señala Landín.

Reconoce que los sueldos en Centroamérica no pueden competir con los que ofrece la Liga Mx, que paga casi como en Europa, pero aclara que son salarios aceptables y sobre todo Costa Rica es un país tranquilo; aquí todo es pura vida, dice con enjundia.

Primero con la playera del Pérez Zeledón y ahora con el Herediano, Landín es uno de los mexicanos que más ruido han hecho al marcar 25 tantos en dos temporadas en el torneo de Costa Rica. El ariete no es el único que decidió buscar oportunidades en el futbol tico.

Omar Arellano retoma con gran ánimo su carrera futbolística en las filas del Herediano, donde se espera haga dupla en la delantera con Landín. Después de una trayectoria de altibajos en la que brilló con Chivas, ju- gó en la Liga de Ascenso y tuvo que parar seis meses, el delantero vive su primera experiencia fuera de México.

–¿Por qué crees que ahora los mexicanos estén buscando espacios en ligas extranjeras?

–Probablemente toquemos el tema de la famosa regla 9/9 que implementaron en el formato de la Liga Mx, podrá sonar como pretexto, pero es una realidad, y muchos mexicanos hemos salido afectados, dice Arellano

También uno tiene que ver lo que hizo mal y bien, pero creo esa regla sí ha afectado al mexicano y lo ha orillado a buscar oportunidades en otro lado. Por su puesto que hay muchos extranjeros de gran calidad, pero México es el único país donde pueden jugar tantos foráneos, agrega.

La Liga de Costa Rica permitió a ambos jugadores retornar al terreno de juego después de pasar seis meses sin jugar. El último equipo con el que Landín jugó en México es el Zacatepec en 2015, aunque su carta la tiene Morelia. Arellano tomó una pausa al rechazar una oferta del Ontinyent, de la segunda división de España, debido a que no le agradaban las condiciones del contrato.

Mantenerse en las canchas aunque sea en el futbol extranjero sin el glamour de las grandes Ligas de Europa también es una manera de levantar la mano y decir que los mexicanos tenemos la capacidad de competir en nuestro país en todos los niveles, señala Arellano.

Sudamérica también se ha convertido en refugio de mexicanos. Marco Bueno, quien fue campeón con la selección mexicana Sub 17 en el Mundial de la categoría de 2011, se integró al Everton de Viña del Mar, donde se encontró con los canteranos de Pachuca Iván Ochoa y Francisco Venegas.

Los ex jugadores de Pumas Jehú Chiapas y David Izazola lograron llegar al balompié europeo aunque sin muchos reflectores tras firmar con el Salmantino, de la tercera división de España, donde también juegan los tricolores Martín Galván, canterano de Cruz Azul, y Marco Iván Pérez.

En la segunda división española también destaca el ex seleccionado nacional Israel Castro, quien emigró en 2016 con el Toledo al término de su contrato con Chivas.

A la Liga de Polonia llegó en este año el primer representante mexicano. El ex jugador de Tigres Enrique Esqueda fichó con el Arka Gdynia al ser contactado a través de la red social de Instagram.

El ex atlantista Édgar Pacheco es otro de los mexicanos que ha probado suerte en el extranjero y no sólo en una liga, ya que ha pasado por Corea del Sur, Bahrein y ahora juega con el Ermis Aradippou de Chipre.