En la educación media superior es necesario hacer de la docencia una profesión, porque en este nivel educativo son más los profesionistas de otros campos quienes están en tareas formativas, pero no son profesionales de docencia, afirmó Antonio Gago, director general del Consejo para la Evaluación de la Educación del Tipo Medio Superior, quien destacó que ante las evidentes desigualdades que se presentan en el bachillerato, un punto clave es incidir en la formación de los profesores y su gestión cotidiana en el aula.

Al participar en la presentación de los resultados de la Evaluación de Condiciones Básicas para la Enseñanza y el Aprendizaje de la Educación Media Superior, elaborada por el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), afirmó que este nivel formativo enfrenta contrastes abismales, carencias y resultados heterogéneos que reflejan una insuficiencia e inequidad en la distribución de los recursos.

El especialista destacó que: quienes intervenimos en la educación media superior tenemos algo que ver en los resultados heterogéneos de este nivel educativo que reflejan y confirman los enormes contrastes existentes y que, por ende, se reflejan en nuestro sistema educativo.

En cuanto a las condiciones que enfrentan los planteles de bachillerato en el país, las cuales difieren sustancialmente por subsistema y modalidad, Ruth Ahuja Sánchez, directora General de Evaluación de la Oferta Educativa del INEE, destacó que los directores de planteles de bachillerato advirtieron sobre diversas carencias.

En lo que respecta a factores de riesgo para alumnos y docentes, destacaron que más de la mitad de los planteles no cuenta con cubiertas exteriores para resguardarse del sol; 45 por ciento no dispone de alumbrado suficiente en su plantel; dos de cada cuatro escuelas reportaron que tenían pisos y techos en mal estado, y al menos uno de cada cinco dijo que tenía mobiliario en desuso en zonas de fácil acceso para sus alumnos, así como instalaciones eléctricas en mal estado y vidrios rotos.

Agregó que con excepción de las escuelas de sostenimiento autónomo –adscritas a universidades autónomas– y colegios privados, que son, en su mayoría quienes tienen las mejores condiciones, 35 por ciento de los planteles no cuenta con protocolos de protección civil para saber responder ante cualquier emergencia.

Por lo que respecta a los colegios de bachillerato que acceden a servicio de agua potable, destacó que 11 por ciento sólo tiene servicio uno o dos días a la semana, mientras que 17 por ciento recibe el líquido de tres a cuatro días por semana. Y aunque 98 por ciento de los planteles dijo contar con aulas, en 30 por ciento se reporta que éstas son insuficientes para atender a todos los alumnos.