El gobierno federal prepara la segunda etapa del operativo Escudo Titán, que incluirá Nayarit como uno de sus principales propósitos, a fin de disminuir la violencia que ha causado decenas de homicidios en esa entidad, que hasta el año pasado estaba bajo el control del cártel de los hermanos Beltrán Leyva, indicaron mandos de la Policía Federal (PF).

El operativo, puesto en marcha el pasado 29 de enero, considera el despliegue de más de 5 mil elementos de la PF y personal de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) de la Procuraduría General de la República.

Nayarit se ha convertido en un territorio en disputa: se estima que desde el año pasado más de 280 personas han desaparecido y han sido detectados al menos 40 cuerpos en fosas clandestinas.

Al cierre de 2017 la entidad reportó 180 homicidios dolosos, presuntamente relacionados con las confrontaciones que existen entre los cárteles de Sinaloa y el Jalisco Nueva generación.

Los funcionarios federales consultados señalaron que los operativos en la entidad se realizarán solamente intercambiando información con autoridades locales que hayan sido certificadas, toda vez que esas corporaciones fueron infiltradas durante el gobierno de Roberto Sandoval Castañeda y el ex fiscal de justicia Édgar Veytia, este último detenido en Estados Unidos por delitos contra la salud.

Los municipios más afectados por la violencia, la desaparición de personas y el hallazgo de fosas clandestinas son Tepic, San Blas y Xalisco, y sólo en la comunidad de Pantanal se han detectado 33 inhumaciones clandestinas.