El panista Ricardo Anaya, quien rinde protesta hoy como abanderado presidencial de la coalición Por México al Frente, ha demostrado tener “habilidad política, pero también tiene algunas debilidades, como su poca experiencia, haber llegado sin competencia interna y los escasos resultados de los gobiernos panistas.

Víctor Reynoso, estudioso de Acción Nacional desde hace varias décadas, autor del libro Rupturas en el vértice. El PAN a través de sus escisiones históricas y profesor de la Universidad de las Américas Puebla, plantea lo anterior y analiza también el estilo de hacer política del grupo que dirige el partido.

–¿Cómo define a este PAN?

–En esta lucha por tratar de encontrar un nuevo lugar lo veo más preocupado por lo inmediato, por la próxima elección que por la siguiente generación. Da la impresión que les gana la preocupación de llegar al poder, lo cual es totalmente legítimo. Pero no veo tan claro que tengan una narrativa donde le digan a la ciudadanía: ‘queremos el poder para ésto. Gobernamos el país 12 años, tuvimos estos errores, estos logros. Queremos una oportunidad en 2018’”.

–Esta narrativa la puede construir un mercadólogo.

–No es tan fácil la narrativa, porque tiene que estar basada en hechos. No puedes tener una narrativa muy sólida si gobernaste al país 12 años y no combatiste la corrupción. No puedes tener una narrativa sobre la economía social de mercado si no la pusiste en práctica. La narrativa no es solamente contratar un mercadólogo; es tener un sustento detrás.

–¿Existe ese sustento?

–No lo veo en datos concretos. Sí te puedo decir que la corrupción de los panistas no es, por lo que vemos en los medios, la misma que la de los priístas.

–¿Cómo ve la figura de Ricardo Anaya?

–Es joven, tiene más o menos la misma edad (38 años) de Carlos Salinas cuando llegó al poder y la trayectoria quizá sea un obstáculo más importante, porque Salinas ya había sido secretario de Estado. Estaba más fogueado que Anaya, que ha tenido sus cargos. No parte de cero, pero esa sería la parte negativa de él.

La parte positiva es que se ha manejado bien en política, llegó a la presidencia del PAN, se sacudió a Gustavo Madero. Madero era un político cuestionado por los moches y demás, por haber marginado a Margarita Zavala. Tuvo la oportunidad de acercarse a Margarita, al calderonismo, pero no lo logró. Tiene piel gruesa. Y la manera como llegó de presidente del partido a candidato no se había dado en el PAN y también eso va a dar lugar a cuestionamientos.

–¿A que se refiere?

–A que no respetó la tradición panista de una elección más abierta. O de distinguir que el que es presidente no es candidato.