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Economía estadunidense III: diversidad salarial
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iversos informes y datos de la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS, por las siglas en inglés de Bureau of Labor Statistics www.bls.gov) nos ayudan a dar un breve recorrido por los ingresos reales de los trabajadores estadunidenses. En uno de esos informes (Characteristics of minimum wage workers, 2016) se ofrecen elementos para comprender el tipo de trabajadores que percibe salario mínimo y su número, de un total laboral del orden de los 148 millones.

Trátese del mínimo federal, en estos momentos de 7.25 dólares por hora, o de los mínimos estatales que, para sólo dar tres ejemplos, llegan hasta 11 dólares por hora en algunos estados (California, Massachusets y Nueva York), salvo Puerto Rico, el mínimo nunca es inferior al mínimo federal.

Pues bien, en ese informe de abril de 2017 se asegura que casi 80 millones de trabajadores (cerca de 60 por ciento de los trabajadores que perciben un salario) son remunerados por hora y –asegura esa misma oficina– no menos de 700 mil de ellos sólo perciben exactamente el salario mínimo federal.

Asimismo, cerca de millón y medio percibe menos de ese mínimo federal. Así, 2.2 millones de trabajadores ganan el mínimo o menos del mínimo. Por lo demás, se trata de un número fluctuante. Actualmente (datos de 2016) percibe el mínimo o menos de ese mínimo 2.7 por ciento del total de ocupados remunerados por hora. En 2015 este porcentaje fue ligeramente mayor (3.3 por ciento) y en 1979 alcanzó su máximo histórico: 13.4 por ciento. Sí, del total de trabajadores asalariados remunerados por hora.

En buen romance una remuneración con base en el salario por hora es expresión de una remuneración más inestable, menos completa y, en realidad, precaria.

Diversos analistas y académicos indican que una remuneración horaria tiende a ser más próxima al mínimo. Y que si bien es cierto han bajado los porcentajes de los asalariados que perciben el mínimo o menos del mínimo, se ha elevado el número de trabajadores asalariados con ingresos cercanos al mínimo.

Organismos como el Pew Research Center (www.pewresearch.org, originalmente fundado por los patronos de Los Ángeles Times) aseguran que actualmente los trabajadores con ingresos cercanos al mínimo son del orden de los 21 millones. Haciendo un cálculo simple se puede estimar que representan poco más de la cuarta parte de los trabajadores que perciben cotización horaria.

Hay trabajadores que tienen ingresos mucho más altos, el caso más notable es el de los trabajadores de las llamadas utilities (2.8 millones). Sí, efectivamente, los ocupados en empresas de servicios de agua, de servicio eléctrico y de comunicaciones –para sólo dar tres ejemplos– tienen salarios horarios promedio equivalentes a cinco y hasta seis salarios mínimos, es decir, del orden de 40 o poco más dólares por hora. En este grupo de altos salarios también encontramos a los trabajadores de la información y telecomunicaciones –acaso los mejor pagados en el vecino país– y los de los servicios financieros (6.3 millones), principalmente de empresas financieras, de arrendamientos y de comercio inmobiliario. Por cierto, estos últimos trabajadores del gran grupo financiero, son los que han experimentado mayor incremento real de su cotización horaria. Del orden de 20 por ciento en términos reales en poco más de 10 años.

Por debajo de estos, pero todavía con salarios relativamente altos encontramos a trabajadores con promedios de remuneración por hora del orden de los cuatro salarios mínimos federales. A este grupo de cuatro salarios mínimos aproximadamente pertenecen los trabajadores de la manufactura (7.8 millones), del comercio al mayoreo (3 millones), de educación y salud (3.7 millones) y técnicos de la construcción (1.6 millones). También los hay de dos y tres salarios mínimos. Los trabajadores del comercio al menudeo (2 millones) pertenecen a este grupo.

Bueno… Lo cierto es que en términos generales los trabajadores estadunidenses han experimentado un descenso real de sus ingresos. Primero de 1982 a inicios de 1991. Prácticamente 10 años de descenso. Curiosamente –como lo veremos otro momento– se trata del mismo periodo en el que la tasa de beneficio global de la economía no sólo dejó de caer, sino que experimentó una significativa recuperación.

Es cierto que de inicios de 1991 a mediados de 1996 el salario real no siguió cayendo, pero tampoco se recuperó, la mejoría real del salario de los trabajadores estadunidenses sólo empezó –y de manera extremadamente limitada– hasta el segundo semestre de 1996 y concluyó en el segundo semestre de 1999.

Una vez más, dejó de subir y se estancó de finales de 1999 a mediados de 2006. De forma simplista podemos reconocer que el salario subió del segundo semestre de 2006 al segundo semestre de 2017. Efectivamente, se elevó 8 por ciento en términos reales en un periodo de casi 11 años. Eso significa –obviando las variaciones de este mismo periodo– una mejoría del orden de uno por cierto al año en ese periodo. Pero esta mejoría no logró resarcir el deterioro acumulado de varios decenios. Más aún. No se ha regresado a los altos niveles de medidos de los años 70 del siglo pasado. Nunca. De veras.