Múnich.

Altos funcionarios de Rusia y Estados Unidos intercambiaron fuertes acusaciones este sábado durante la Conferencia de Seguridad de Múnich, un día después de que el fiscal especial Robert Mueller acusó a 13 ciudadanos rusos y tres entidades de esa nación de interferir en las elecciones presidenciales estadunidenses de 2016, en las que salió favorecida la campaña del ahora mandatario Donald Trump.

No tengo respuesta (sobre las recientes imputaciones). (Los estadunidenses) pueden publicar cualquier cosa y vemos que esas acusaciones se multiplican, dijo Serguei Lavrov, canciller de Rusia, al ser cuestionado sobre ese caso.

Argumentó que varios funcionarios de Estados Unidos, entre ellos el vicepresidente Mike Pence, denunciaron la inexistente influencia en los resultados finales de esos comicios. Hasta que no veamos los hechos, todo lo demás es sólo parloteo. Perdón por la expresión, reviró durante su participación.

Lavrov llamó a la Unión Europea, a la Organización del Tratado del Atlántico Norte y al gobierno estadunidense a tratar a Rusia con más respeto, porque actualmente es vista como amenaza internacional. Subrayó: Estamos dispuestos a entablar un diálogo abierto y respetuoso.

Momentos después, H.R. McMaster, asesor de seguridad nacional de Trump, defendió que las acusaciones hechas por la Oficina Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) demuestran cómo el gobierno de Estados Unidos se vuelve cada vez más hábil para rastrear los orígenes de este espionaje y subversión.

Al referirse específicamente al caso que investiga Mueller, explicó: Como se puede ver en la imputación de la FBI, la evidencia es ahora indiscutible y de dominio público, porque en el pasado había sido difícil atribuirla por diversas razones. Pero ahora está en el ámbito de una indagatoria legal y será muy evidente para todo el mundo.

McMaster advirtió al gobierno del presidente ruso, Vladimir Putin, que debería revaluar qué (plan) trama, porque simplemente no funciona. Los partidos Republicano y Demócrata están excepcionalmente unidos a la hora de imponer sanciones en contra de Moscú, expresó. También abrió la opción de entablar un diálogo con el gobierno ruso sobre ciberseguridad, si Rusia está dispuesta a renunciar a su complicada forma de espionaje.

El fiscal especial Robert Mueller emitió el viernes pasado cargos contra 13 rusos y tres entidades de ese país acusados de conspirar para defraudar a Estados Unidos, por medio de una guerra de información en redes sociales, al buscar interferir ilegalmente en los comicios presidenciales estadunidenses en favor de la campaña de Donald Trump para vencer a su rival demócrata, Hillary Clinton.