Créditos fiscales resarcirían el impacto, dice ex jefe del SAT
Se devolvería el impuesto a quienes ganen menos de 4 salarios mínimos
Domingo 18 de febrero de 2018, p. 21
Una reforma fiscal para contrarrestar los efectos a la modificaciones del sistema tributario que hizo Estados Unidos en diciembre pasado no será posible este año, pero sí se pueden dejar las bases para realizarla en 2019 consideró Aristóteles Núñez Sánchez, consultor financiero.
El ex jefe del Servicio de Administración Tributaria (SAT) explicó que ya no es posible una reforma al sistema impositivo mexicano porque desde el año pasado se aprobó el paquete fiscal para 2018, pero lo que sí es posible es dejar sembrado un buen estudio y un análisis
, para que todos los partidos políticos representados en el Congreso de la Unión convergan y aprueben.
Advirtió que deben salirse del tema político y tener visión de Estado, visión de país
, para que en 2019 se pueda aprobar con condiciones político-electorales que la hagan factible.
Al ser cuestionado sobre la propuesta de generalizar el impuesto al valor agregado (IVA), que hicieron diversos organismos del sector privado, el consultor financiero sostuvo que es factible, pero se debe revisar si hay condiciones sociales y políticas para logarlo.
Precisó que se afectaría al segmento de la población con menos ingresos, pero si se hace con mecanismos de contención inteligente se puede resarcir ese impacto de 16 por ciento en alimentos, medicinas y transporte público.
Comentó que un camino para hacerlo, e incluso aplicar hasta un 21 por ciento de IVA como se hace en otros países, es otorgar un crédito fiscal a 60 por ciento de la población, es decir, que a quienes perciben entre tres y cuatro salarios mínimos les sea devuelto en su declaración la cantidad equivalente al impuesto. Sostuvo que de esa forma más personas estarán en la formalidad y harán declaraciones, en lugar de hacer clientelismo electoral con programas sociales.
Núñez Sánchez sostuvo que sólo se pueden restar 2 puntos al impuesto sobre la renta (ISR), los cuales equivalen a alrededor de 52 mil millones de pesos, mismos que representan 80 por ciento del programa Prospera.
Agregó que dicha cantidad se puede invertir en capital humano para ser más productivos, generar más empleo y mejorar los salarios, pero si se usa para que las personas físicas o morales tengan una utilidad adicional, la extraigan del país y se la lleven a invertir a otra nación, no funcionará.
El ex jefe del SAT sostuvo que no se puede estar regalando dinero a la gente, por lo que si Andrés Manuel López Obrador, precandidato por Morena, gana la Presidencia, tendrá que rodearse de gente responsable y conducir por buen camino la economía, aunque incumpliría sus promesas electorales.
Mencionó que empresarios, legisladores y responsables de las finanzas públicas del país y de los estados deben entender cómo se puede dar un paso sin lesionar la economía y sin echar a perder lo que ya se hizo, pues si bien aún hay variables que preocupan, hay estabilidad en otras, en comparación con lo que sucede en el mundo.
Consideró que es posible la deducibilidad al 100 por ciento de las prestaciones laborales que da el empleador, pero éstas deben acumularlas los trabajadores en los pagos al Instituto Mexicano de Seguro Social (IMSS) o para su subcuenta del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit) y así el empleado tendrá una mejor base gravable de aportación que le puede asegurar más aportaciones a su futuro y pensión.
Nulo riesgo por no hacer una reforma fiscal
Concluyó que el riesgo para el país por no hacer una reforma es casi nulo o moderado, pues a pesar de que Estados Unidos haya bajado a 21 por ciento el ISR a empresas, México nunca ha competido con el vecino país del norte o con China en materia fiscal.