Junto al músico argentino-israelí, también se entregará a la periodista Helena Maleno
Viernes 16 de febrero de 2018, p. 7
Madrid.
El pianista y director de orquesta argentino-israelí Daniel Barenboim, quien defiende que todos somos iguales ante la música
, fue reconocido ayer con el Premio Gernika por la Paz y la Reconciliación, galardón con el que se rememora el bombardeo nazi a la población civil en esa localidad vasca, el 26 de abril de 1937, en plena Guerra Civil española (1936-1939).
Barenboim impulsa iniciativas de concordia y paz, siempre desde la música, como la creación de la orquesta West Eastern Divan (con Edward Said, intelectual palestino-estadunidense), integrada por intérpretes musulmanes y judíos, con la finalidad de demostrar que la guerra no es inevitable, que las masacres y las bombas no son la única salida al conflicto palestino-israelí.
Cada 26 de abril, Gernika se convierte en lugar de encuentro para las personas que claman por la paz en el mundo y en un sitio desde el que se lanzan mensajes cargados de valor simbólico sobre los dramas humanos que sacuden al planeta.
Gernika fue la primera población civil indefensa bombardeada de forma indiscriminada por aviones militares. Fue un lunes de mercado cuando los habitantes de las comarcas aledañas acudieron a comprar alubias, hortalizas y tomates; entonces el cielo se llenó de aviones de la Legión Cóndor alemana y la armada italiana para lanzar más de 30 mil kilos de explosivos. La devastación fue total y el saldo oficial fue de 250 personas asesinadas, aunque algunos historiadores sitúan la cifra en mil 500.
Para recordar ese ataque, el ayuntamiento decidió instaurar el Premio Gernika por la Paz y la Reconciliación.
Este año se reconoce a Daniel Barenboim y a la periodista e investigadora Helena Maleno. La entrega será el 26 de abril en los actos para rememorar la masacre de 1937.
El jurado explicó que la elección de Barenboim fue por su compromiso universal en favor de la paz y la democracia, así como por su defensa del arte y la cultura como patrimonio de la humanidad. Daniel Barenboim es un ciudadano comprometido con la justicia y la libertad que, a lo largo de toda su vida, ha tenido el coraje de ir a contracorriente, defendiendo lo que considera justo y digno
. Además de destacar que tras un concierto ofrecido en 2008 en la ciudad de Ramalá, en Cisjordania, Barenboim se convirtió en el primer ciudadano del mundo con nacionalidad israelí-palestina, tras aceptar esta última de manera honoraria como un gesto de paz entre los pueblos
.
Colaboración con Edward Said, intelectual palestino-estadunidense
Daniel Barenboim nació en 1942, en Buenos Aires, y desde muy joven se dedicó a la música, debido a su virtuosismo en el piano y talento innato para entender y asimilar las partituras.
A los 10 años se trasladó junto con su familia a vivir a Israel, donde tuvo su primer contacto con el conflicto palestino-israelí, pero sólo estuvo dos años, pues se fue a vivir a Salzburgo para continuar sus estudios de música.
Uno de los acontecimientos que cambió su vida, según ha relatado varias ocasiones, no sólo fue el contacto directo con la realidad del pueblo palestino, sino su relación de amistad con Edward Said, quien murió en 2003. Said, quien fue articulista de La Jornada, era su cómplice en la orquesta West Eastern Divan.
La idea de Barenboim y Said era crear una orquesta de jóvenes palestinos o musulmanes y judíos e israelíes, que hicieran música juntos, y demostraran que ni el origen ni el encono histórico de sus pueblos eran obstáculos para construir armonía. El objetivo era hacer sonar sus acordes en los países en guerra, como hicieron en Ramalá en 2003.
Desde hace más de una década, el director de orquesta figura entre los candidatos al Premio Nobel de la Paz y ha recibido numerosos reconocimientos internacionales.
Por su parte, Helena Maleno recibirá el galardón por su quehacer en defensa de las comunidades migrantes en instituciones y organizaciones nacionales e internacionales, como el Defensor del Pueblo de España, el Consejo General del Poder Judicial, Women’s Link o el Servicio Jesuita Migrante.
La periodista ha investigado la situación de los derechos humanos de los migrantes, labor que ha favorecido la apertura de numerosas investigaciones para proteger a las víctimas de trata, sobre todo a mujeres y niños.