Los retos y riesgos, los aciertos y errores, así como los problemas pendientes como rector de la universidad más importante del país, son narrados en un texto que José Sarukhán tituló Desde el sexto piso, en referencia al nivel de la Torre de Rectoría donde estuvo su oficina en la UNAM durante ocho años.

Al presentar ayer el volumen en el teatro Juan Ruiz de Alarcón, Sarukhán dijo que el libro está escrito un poco para quienes desean entender qué significa estar en la rectoría: qué problemas hay, cómo hay que conducirse, el entendimiento que se debe tener de la comunidad como el elemento más importante y que le da el valor de buen político al rector, ése es el punto más interesante.

En la gestión de Sarukhán –de 1989 a 1997– se celebró el Congreso Universitario de 1990, que fue una vía por la que se buscó atender demandas de la comunidad universitaria que se generaron en el rectorado de Jorge Carpizo, quien propuso medidas para solucionar los que consideraba eran los principales problemas de la Universidad.

Sarukhan también propuso reformas y en 1992 hizo un intento para incrementar las cuotas con el propósito de apoyar los gastos de la universidad.

Sobre estos hechos, ocurridos hace 30 años, uno de los presentadores del libro sostuvo que en ese momento hubo “tergiversaciones de La Jornada”. El historiador Javier Garcíadiego, ex presidente de El Colegio de México, dijo que en el libro Sarukhán describe “con precisión y sin adjetivos calificativos las tergiversaciones de La Jornada, que habló del cese al llamado pase automático y de la supuesta privatización de la UNAM”.

Garcíadiego, integrante de la junta de gobierno de la UNAM, también refirió que políticos como Manuel Camacho Solís intervinieron para dar marcha atrás al plan del rector. “¿Habrá sabido Manuel Camacho –preguntó el historiador– lo provechoso que habría sido para la UNAM contar con el equivalente de hasta un 5 por ciento del presupuesto proveniente de aportaciones voluntarias, acaso mejor nombre que el de cuotas diferenciadas, ingreso propio etiquetado para el beneficio de la docencia?”

El rector Enrique Graue Wiechers afirmó que para él la lectura fue aleccionadora. Es cierto que las experiencias nunca son iguales, en algunos casos son diametralmente opuestas; en otros, los problemas persisten o guardan similitudes con aquellos que el rector Sarukhán enfrentó.

La profesora emérita de la Facultad de Filosofía y Letras Juliana González Valenzuela y Leonardo Curzio, del Centro de Investigaciones sobre América del Norte, refirieron que Sarukhán impulsó la academización de la UNAM con un proyecto en el que el mérito y la productividad contaban, al igual que la vida colegiada.