San Diego.

En una audiencia de apenas cinco minutos, el ex pelotero mexicano Esteban Loaiza se declaró no culpable de los tres cargos de tráfico de drogas en su contra. La jueza Keri G. Kartz incrementó la fianza a 250 mil dólares, 50 más de lo que se había planteado antes, pues consideraron que el ex beisbolista estaba en riesgo de fuga; además, el acusado no podrá salir de San Diego sin solicitar la autorización del tribunal.

Loaiza fue presentado ante la corte después de que el viernes fue arrestado tras una operación policial que comenzó con una infracción de tránsito menor.

Cuando los oficiales revisaron el vehículo, una camioneta Mercedes Benz, descubrieron que tenía un compartimento sofisticado que suele utilizarse para el contrabando de armas, dinero o drogas, por lo que solicitaron un cateo en la casa del ex pelotero en Imperial Beach, comunidad playera, donde se encontraron 20 kilos de posible droga, sospechan que es cocaína. Los cargos son por posesión y transportación de sustancias ilícitas con intención de venta.

Durante la audiencia en la Corte Superior del condado sur, en Chula Vista, San Diego, Loaiza estuvo sin hablar, encadenado y con el uniforme beige de reo y calzaba sandalias de goma; fue su abogada de oficio quien declaró la no culpabilidad de los cargos.

El pago de la fianza permitiría a Loaiza enfrentar el juicio en libertad; sin embargo, al concluir la audiencia, regresó a la South Bay Detention Facility, cárcel para 386 internos donde está detenido desde el viernes.

El 14 de marzo Loaiza deberá regresar al juzgado para dar seguimiento al proceso judicial, que tiene previsto otra presentación el 24 de abril. De ser encontrado culpable podría enfrentar una condena de entre 15 y 20 años de prisión.

Loaiza, de 46 años, jugó con varios equipos en las liga mayores entre 1995 y 2008, y acumuló unos 43 millones de dólares en 14 temporadas. Su mejor año fue en 2003 con Medias Blancas de Chicago, cuando tuvo marca de 21-9, 2.90 de efectividad y terminó segundo en la votación del Cy Young detrás de Roy Halladay.