Jueves 15 de febrero de 2018, p. 31
Una preocupación unifica las opiniones de transeúntes, comerciantes ambulantes y operadores del transporte público concesionado en el paradero de Cuatro Caminos: la alta inseguridad pública que impera ahí y en las calles aledañas.
En esta zona, ubicada en los límites de la delegación Miguel Hidalgo y el municipio mexiquense de Naucalpan, son constantes las denuncias –que quedan sólo de manera verbal– contra grupos de asaltantes que tienen asolados a los que trabajan o circulan ahí; los robos a transeúntes o a operadores de microbuses y camiones son más recurrentes por las noches.
Estimaciones gubernamentales señalan que por el paradero y los alrededores transitan más de 100 mil personas al día, quienes tienen como punto de destino u origen municipios como Tlalnepantla, Naucalpan o Atizapán, o bien delegaciones como Miguel Hidalgo, Azcapotzalco o Cuauhtémoc.
Un recorrido por el lugar permitió corroborar que en la plaza comercial que se construyó a un lado de ese paradero se dispone de iluminación y vigilancia, pero más allá de este espacio uno se topa con pasillos estrechos cercados por decenas de puestos de comida, ropa o aparatos de telefonía, y locales con máquinas tragamonedas.
La deficiente iluminación, basura acumulada y la aglomeración de transeúntes es el caldo de cultivo adecuado para la comisión de delitos.