Remesas: nuevo récord
Cuarto lugar mundial
EPN sigue irritado
on todo y el salvaje de la Casa Blanca y su persecución de migrantes, los paisanos incrementan el monto de dinero que puntualmente envían a sus familias y, de paso, fortalecen a la propia economía mexicana que los expulsó, ante la falta de oportunidades, las cuales se vieron obligados a buscar allende nuestras fronteras.
El informe más reciente revela que un año después del comienzo del gobierno de Donald Trump en Estados Unidos, marcado por una retórica antimigrante, las remesas de los trabajadores mexicanos marcaron un nuevo registro histórico. En 2017 los trabajadores mexicanos en el exterior, la mayoría residentes en Estados Unidos, enviaron a sus familias 28 mil 771.3 millones de dólares, informó ayer el Banco de México. El monto, sin precedente desde que existe registro, superó en 6.6 por ciento al de un año antes
(La Jornada, Roberto González Amador).
Tal monto resultó 44 por ciento superior al ingreso de divisas que en 2017 México captó por exportación petrolera, que acumuló 20 mil 23 millones de dólares. Y como bien lo apunta la información de La Jornada, son ya cuatro años consecutivos en que el flujo de remesas alcanza registros históricos. La última vez que se reportó una disminución en este flujo fue de 2012 a 2013, cuando bajó moderadamente de 22 mil 400 a 22 mil 300 millones de dólares. De entonces a la fecha, la aportación de los migrantes no ha dejado de aumentar
.
Al ritmo que llevan, en el sexenio de Enrique Peña Nieto (y no precisamente debido a los avances que él reclama) el monto acumulado de las remesas de los paisanos fácilmente superarán 153 mil millones de dólares, cantidad 10 por ciento superior a la registrada durante el calderonato y alrededor de 65 por ciento mayor a la reportada en el sexenio foxista. De hecho, a estas alturas (cinco años de EPN en Los Pinos) el envío supera 128 mil millones de dólares.
Con Salinas en Los Pinos, las remesas captadas sumaron alrededor de 16 mil millones de dólares; con Zedillo, ese monto se acercó a 31 mil millones; con Fox prácticamente se triplicó, al acumular 92 mil millones; con Calderón se acercó a 140 mil millones, y se espera que con Peña Nieto ronde 153 mil millones de billetes verdes.
Así es: en los sexenios de “solidaridad, bienestar para la familia
, cambio
, vivir mejor
y México en movimiento
millones de mexicanos tuvieron que buscar la vida en otra parte, y en ese periodo el envío de dinero acumuló alrededor de 430 mil millones de dólares, cantidad representativa de algo así como 40 por ciento del producto interno bruto a precios actuales.
En este contexto, el Pew Research Center divulgó un análisis temático, bajo la firma de Abby Budiman y Phillip Connor, del que se toman los siguientes pasajes.
En 2016 los flujos de remesas disminuyeron en todo el mundo por segundo año consecutivo, la primera caída consecutiva en más de tres décadas, según datos publicados recientemente por el Banco Mundial. Sin embargo, las remesas hacia América Latina y el Caribe aumentaron a nivel récord.
Ese año los migrantes en el mundo enviaron 574 mil millones de dólares a sus respectivos países de origen, disminución de 1.4 por ciento en relación con el monto registrado en 2015. Pero en América Latina y el Caribe, que conforman una región donde mucha gente dice que las condiciones económicas son malas, las remesas ascendieron a 74 mil 300 millones, aumento de 7.4 por ciento respecto del año anterior (69 mil 200 millones). Europa fue la otra región del mundo que experimentó un incremento, y fue mucho más pequeña (0.9 por ciento).
Es probable que la cantidad total de dinero transferido sea significativamente mayor de lo que se informa, porque las estimaciones oficiales no incluyen el envío de otros activos, como obsequios o transferencias monetarias informales. (El Banco Mundial sólo informa de recursos enviados a través de canales formales).
La mayoría de las remesas que llegan a América Latina provienen de Estados Unidos, que alberga a dos terceras partes de todos los migrantes de la región. (Para los migrantes de México, El Salvador, Guatemala y Honduras, esta proporción es mucho más alta: más de 80 por ciento de los migrantes de cada uno de estos países vive en Estados Unidos, según las estimaciones de 2017 de la Organización de las Naciones Unidas).
El aumento de las remesas a la región se debe principalmente a mejores condiciones del mercado laboral estadunidense, lo que ha contribuido a impulsar la capacidad de los migrantes latinoamericanos para enviar dinero a sus hogares. Esta mejora fue especialmente evidente en sectores como la información, la construcción y la manufactura, industrias en las que trabajan muchos migrantes latinoamericanos.
En 2016 las ganancias semanales promedio de los trabajadores hispanos nacidos en el extranjero pero laborando en Estados Unidos aumentaron 6.2 por ciento en comparación con el año anterior. Además, la tasa de desempleo promedio anual de los hispanos estadunidenses nacidos en el extranjero disminuyó 0.7 puntos porcentuales (España, otro destino común para los migrantes de América Latina, quienes también han experimentado un incremento en el empleo y los salarios).
Un dólar fuerte, junto con la depreciación de la mayoría de las monedas latinoamericanas, fue otro factor detrás del aumento de las remesas a la región, según el Banco Mundial. En México, por ejemplo, el dólar se apreció frente al peso, lo que dio lugar a que las remesas tuvieran un mayor poder adquisitivo allí.
Entre los países latinoamericanos, durante muchos años México ha recibido la mayor cantidad de remesas (alrededor de 40 por ciento del total cada año). Después de México, en 2016 Guatemala, República Dominicana y Colombia recibieron las mayores cantidades de remesas en la región.
A escala mundial, México ocupa el cuarto lugar en remesas, sólo detrás de India, China y Filipinas. En conjunto, estos cuatro países representaron casi un tercio de todas los recursos enviados en 2016.
Las rebanadas del pastel
Y mientras el desplome del Dow Jones amenaza con sacudir a varias economías (entre ellas adivinen cuál), el inquilino de Los Pinos sigue irritado
con los mexicanos, porque, dice, desconocer los avances es faltar a la verdad, desinformar a la ciudadanía y degradar la política
. ¡Ole!
Twitter: @cafevega