Los Ángeles.

Más de 175 de nominados a la próxima entrega de los premios Óscar convivieron ayer en el tradicional almuerzo organizado por la Academia de Ciencias y Artes Cinematográficas (AMPAS, por sus siglas en inglés).

En el acto privado, celebrado en un hotel de Beverly Hills, el presidente de AMPAS, John Balley, afirmó en su discurso a los nominados que esta representación “enfrenta una encrucijada de cambios.

Presenciamos que esta Academia cinematográfica se reinventa ante nuestros ojos y hay mayor conciencia y responsabilidad en el equilibrio de género, raza, etnia y religión, resaltó.

El discurso contrastó con una protesta que hizo a distancia del hotel la Coalición Nacional de Medios Hispanos para exigir un trato más justo para esta minoría en la industria cinematográfica.

Entre los asistentes, uno de los más felicitados fue el mexicano Guillermo del Toro, nominado como mejor director por su trabajo en La forma del agua, considerado favorito indiscutible.

Este fin de semana, Del Toro ganó como mejor director en la entrega del Sindicato de Directores de Estados Unidos. Antes, conquistó el Globo de Oro en el mismo rubro.

No me considero un seguro ganador. Este momento sólo es para disfrutar un emocionantísimo momento que se tiene con esta película, que lo más importante es que ha logrado conectar con la gente, con la industria y con los críticos, indicó Del Toro.

Las nominaciones parecen ser más inclusivas que el año pasado tras el movimiento #OscarsSoWhite, al incluir a cuatro afroamericanos en categorías de actuación, y por primera vez en la historia a una mujer en mejor cinematografía.

El acto culminó con la foto anual de los asistentes que aspiran al Óscar de la temporada.