Las negociaciones salariales de este año entre los sindicatos y las administraciones de las universidades públicas están resultando lentas y complicadas en algunos casos, pues se dan en un contexto de instituciones que se declararon en quiebra a finales de 2017, mientras otras llevan al menos tres años sin aumentos presupuestarios sustanciales.

Así, en la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca (UABJO), una de las que tienen los menores presupuestos por alumno en el país y enfrentan problemas financieros, se había declarado la huelga el jueves 1º de febrero pasado. El sábado siguientes ambas representaciones acordaron reanudar labores.

Paro suspendido en UABJO

La universidad ofreció un aumento de 3.4 por ciento al salario más otro en prestaciones y presentó los estados financieros ante la Junta Local de Conciliación y Arbitraje para demostrar que sus propuestas en la negociación con el gremio se ajustan al presupuesto asignado para el ejercicio de 2018, a la Ley de Disciplina Financiera y en estricta atención a las observaciones de las auditorías oficiales practicadas, de acuerdo con la UABJO, que pidió a los trabajadores valorar la crítica situación que vive la institución.

El sindicato aceptó retomar las actividades y continuar las negociaciones.

En tanto, en la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo –otra en quiebra–, el rector Medardo Serna González asegura que la administración tiene adeudos millonarios con sus trabajadores desde el año pasado. A finales de octubre pasado los empleados mantuvieron un paro de labores que concluyó la semana pasada. Las negociaciones entre el sindicato y la administración, de acuerdo con ésta, podrían retomarse el lunes.

En la Universidad Autónoma del Estado de Morelos –que cerró el año sin recursos para pagar nóminas y por ello tuvo que negociar ampliaciones presupuestales– los dos sindicatos de trabajadores de la institución aceptaron la oferta de la administración central de 3.4 por ciento de incremento salarial y de 1 por ciento en prestaciones.

Los gremios demandan que se lleve a cabo una restructuración financiera de la universidad que garantice su operatividad.

Asimismo, el Sindicato de Trabajadores y Empleados de la Universidad Autónoma de Querétaro rechazó la propuesta de 3 por ciento de incremento salarial que le hizo la administración universitaria esta semana, pero las negociaciones continúan.

El gremio informó que no aceptó la oferta por ser menor que el aumento salarial acordado entre la administración de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y sus sindicatos, de 3.4 por ciento. El incremento que consigue el Sindicato de Trabajadores de la UNAM es considerado tope salarial no oficial en las negociaciones que sostienen el resto de las instituciones de educación superior públicas y sus trabajadores.