El Senado de la República eroga mensualmente cerca de 14 millones de pesos para el funcionamiento de las 64 comisiones ordinarias de trabajo, aunque la mayoría son improductivas y en la actualidad varias están sin presidente, ya que hay legisladores que pidieron licencia para contender por otros cargos de elección popular en el proceso de julio próximo.

El trabajo se concentra en nueve comisiones que llevan los asuntos medulares del Senado, entre otras justicia, puntos constitucionales, estudios legislativos, salud, relaciones exteriores y derechos humanos, mientras que una veintena no ha dictaminado alguna iniciativa y ocho de ellas sólo una en lo que va de la actual legislatura.

Contrasta, por ejemplo, que la comisión de estudios legislativos haya recibido 731 iniciativas y aprobado 102, que la comisión de justicia analizó 41 de un total de 270 y la de gobernación 15 de 199, mientras que la comisión de la reforma agraria tiene pendientes 22 de 23.

Parte del problema es que el número de comisiones ordinarias de trabajo ha crecido en cada legislatura hasta casi duplicarse, pues el mayor número posible de senadores tiene la presidencia de alguna de ellas, ya que les representa ingresos por 115 mil pesos mensuales.

Adicional a esa suma que corresponde al legislador que preside el organismo, hay otros 100 mil pesos para el pago de secretarios técnicos y asistentes de éstos. De esta forma, son 215 mil pesos al mes para cada comisión, sin importar la carga de trabajo ni el resultado de su labor.

Al inicio de la actual legislatura, en septiembre de 2012, fue muy discutido que existieran ocho comisiones de relaciones exteriores, la principal es la encargada de América del Norte, además se encuentran la de América Latina y el Caribe, Asia Pacífico, Europa, organismos internacionales y también la de los no gubernamentales, pero al final se aprobó su constitución. La mayoría de ellas cuenta con nueve integrantes.

Sólo la comisión de relaciones exteriores para África, que cuenta con tres integrantes y nada más dos permanecen, no ha recibido alguna iniciativa para dictaminar. Su trabajo ha consistido en aprobar los nombramientos diplomáticos referentes a ese continente, en conjunto con la comisión principal que encabeza todavía la ex panista Gabriela Cuevas.

La comisión para la medalla Belisario Domínguez sólo sesiona una vez al año y quedó con dos de sus tres integrantes, ya que el presidente, el priísta Roberto Albores, pidió licencia para contender por la candidatura del PRI al gobierno de Chiapas.

También están sin presidente las comisiones de relaciones exteriores para América del Norte y para Europa, puesto que la priísta Marcela Guerra y el morenista Rabindranath Salazar están de licencia por motivos electorales.

La comisión de desarrollo regional tampoco tiene presidente, desde que el priísta René Juárez pidió licencia para integrarse a la Secretaría de Gobernación. De hecho, ese organismo ha aprobado una iniciativa de dos recibidas.

La falta de materia de trabajo es tal que la comisión de desarrollo municipal sólo ha sostenido dos reuniones de trabajo en los últimos cinco años.

Por su parte la comisión de agricultura no ha aprobado ninguna de las 23 iniciativas que recibió para dictaminar, tampoco la de autosuficiencia alimentaria, asuntos fronterizos norte, asuntos fronterizos sur, y la de biblioteca y asuntos editoriales cuya productividad es nula.

La comisión de juventud y deporte, que quedó en manos del Partido Verde y obligó a crear la de asuntos migratorios para que la presidiera Ana Gabriela Guevara, desde septiembre de 2012 trabaja con sólo tres de sus siete integrantes y de 18 iniciativas que debe dictaminar sólo aprobó una.