Madrid.

En mensajes privados, revelados por un medio de comunicación español, el ex presidente catalán Carles Puigdemont reconoció que el plan Moncloa triunfa, que esto (el proceso hacia la independencia) ha terminado y han sido los nuestros los que le han sacrificado. La importancia del contenido de la conversación que mantuvo con el ex consejero Toni Comin –refugiado junto al ex mandatario en Bélgica desde finales de octubre–, provocó un nuevo cisma en el independentismo catalán, un día después del aplazamiento de la sesión de investidura por parte del presidente del Parlamento, Roger Torrent.

Uno de los cuatro mensajes decía: Supongo que tienes claro que esto se ha terminado. Los nuestros nos han sacrificado, al menos a mí.

Puigdemont, quien reconoció la veracidad de la conversación, escribió ese mensaje alrededor de las ocho de la noche del pasado martes, casi 10 horas después del anuncio del aplazamiento de la sesión de investidura, cuando ya tenía escrito su discurso y se había cerrado el pacto de gobierno entre los tres partidos independentistas: Junts per Catalunya (JuntsxCat), Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) y la Candidatura de Unidad Popular.

Torrent anunció el aplazamiento sin antes consultar con sus aliados, provocando primero confusión y después malestar por la decisión y el modo de anunciarla.

De hecho, durante la jornada de este miércoles el propio Torrent, militante de ERC, intentó hablar por teléfono con Puigdemont hasta en cinco ocasiones, pero éste no le contestó las llamadas, mientras emisarios de su partido intentaban convencerle de que tenía que retirar el aplazamiento y celebrar la sesión, a pesar de que el Tribunal Constitucional prohibió la investidura de Puigdemont hasta que comparezca ante el Tribunal Supremo, donde se le acusa de rebelión, sedición y malversación de recursos públicos.

En ese contexto de malestar entre JuntsxCat con sus aliados de ERC, Puigdemont envió los mensajes al ex consejero Toni Comin, en los cuales, además, reconoce que se están viviendo los últimos días de la república catalana.

Los mensajes fueron filtrados por la emisora Tele Cinco, después de que uno de sus reporteros captó con su cámara la pantalla del teléfono celular de Comin mientras se encontraba en un acto público en Lovaina, al que estaba invitado Puigdemont, quien finalmente no asistió.

Puigdemont envió los mensajes a través de la aplicación Signal, que supuestamente es una de las más seguras, pero en este caso la conversación se filtró porque fue grabada la pantalla del teléfono. En los mensajes Puigdemont reconoce que el plan de La Moncloa está triunfando y que, con el aplazamiento de la investidura, los nuestros nos han sacrificado, al menos a mí. Vosotros seréis consejeros (espero y deseo) pero yo ya estoy sacrificado, tal y como sugería (Joan) Tardá (diputado de ERC).

El ex mandatario añade en los mensajes: no sé lo que me queda de vida (¡espero que mucha!), pero la dedicaré a poner en orden estos dos años y a proteger mi reputación. Me han hecho mucho daño con calumnias, rumores, mentiras que he aguantado por un objetivo común. Esto ahora ha caducado y me toca dedicar mi vida a la defensa propia.

Comin anunció una querella contra el medio de comunicación que filtró su conversación privada, mientras Puigdemont reconoció a través de un mensaje en las redes sociales la veracidad de la información y añadió: Soy periodista y siempre he entendido que hay límites, como la privacidad, que no se pueden violar. Soy humano y hay momentos en los que también dudo. También soy el presidente, ni me arrugaré ni me echaré atrás por respeto, agradecimiento y compromiso con los ciudadanos y el país. ¡Seguimos!

Sin embargo, la crisis de los mensajes obligó a una reunión de urgencia con los principales dirigentes de JuntsxCat, que se dedicaron a analizar la situación derivada tanto del aplazamiento de la investidura como de los mensajes filtrados. Máxime cuando algunos analistas ya advierten de que se podría estar generando un escenario para forzar a nuevas elecciones autonómicas, en las que previsiblemente podrían estar inhabilitados por el Tribunal Supremo los principales impulsores del proceso de independencia unilateral, entre ellos Puigdemont.

Desde Bruselas, la Comisión Europea expresó de nuevo su respaldo al Estado español, por conducto del vicepresidente Frans Timmermans, quien advirtió que en el caso de España, la Comisión no tiene ninguna crítica sobre el estado de derecho, su sistema democrático y la aplicación de los derechos humanos. En España hay independencia de la judicatura, separación de poderes y no se están violando derechos fundamentales, por lo que cualquier cambio se debe conseguir mediante la ley.