Debido a la dificultad para encontrar empleos dignos y posibilidades de desarrollo, México ocupa el primer lugar en América Latina y el sexto a escala global en envío de personas calificadas a países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), señaló la socióloga Luciana Gandini.

Sólo a nivel de posgrado, en la década reciente, 13 por ciento del total emigró a Estados Unidos, afirma la socióloga en su artículo Migración de la alta educación, desarrollo y derechos humanos: ¿la incógnita de la ecuación?, publicado en el número 84 de Iztapalapa, revista de ciencias sociales y humanidades, editada por la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).

La académica del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) señaló que si bien la migración internacional de personal capacitado no es un fenómeno nuevo, en las pasadas tres décadas ha adquirido relevancia debido a su intensidad, persistencia y temporalidad.

Indicó que la interdependencia económica, el desarrollo de las comunicaciones y el transporte, así como el avance de la ciencia y la tecnología son factores que han contribuido con dicho proceso.

Otro aspecto importante es que el migrante calificado debe ser reconocido por su dignidad como ser humano con todos sus derechos, como condición necesaria para una vida en la que pueda elegir por sí mismo, señaló.

Asimismo, explicó cuatro aspectos relacionados con la gestación y comprensión del proceso de expulsión de personal capacitado: la concepción de la salida de personas calificadas como migración forzada, los derechos a un trabajo digno, a migrar o no y al desarrollo.