Ahora recibí amenazas de muerte
Martes 30 de enero de 2018, p. 4
El ex secretario general adjunto del Partido Revolucionario Institucional (PRI) Alejandro Gutiérrez Gutiérrez denunció el fin de semana pasado que recibió dos amenazas de muerte cuando se encontraba en el servicio médico del penal Aquiles Serdán, en Chihuahua. El texto de tres párrafos fue presentado ayer a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, donde se interpuso una queja.
Por su parte Antonio Collado, abogado de Gutiérrez Gutiérrez, señaló en entrevista de radio que su cliente continúa siendo torturado sicológicamente en el penal de Chihuahua para que declare en contra de otros funcionarios, y le piden que firme hojas en blanco.
Explicó que van nueve ocasiones en que lo bajan a la enfermería y desnudan a una temperatura de cero grados. Dos personas de la fiscalía se sientan junto a él y le quieren hacer firmar hojas en blanco. Si esto no es tortura, entonces qué significa
.
En otras ocasiones comentó que era llevado al servicio médico, pero sólo le decían que iba a estar incomunicado, pero esta vez recibió las dos amenazas de muerte. Añadió que también ha sido drogado: “Llevan cinco días administrándole pastillas para dormir. Su familia lo vio el sábado completamente drogado y no podía ni caminar.
Antonio Collado confía en que Gutiérrez Gutiérrez sea trasladado en los próximos días al Centro Federal de Readaptación Social número 9, en Ciudad Juárez. Manifestó que uno de los motivos por el cual no lo trasladan es porque decían que se sentía mal. Tenemos presentado un amparo para el traslado y esperemos que la Comisión Nacional de los Derechos Humanos y el comisionado nacional de Seguridad actúen antes que el juez de distrito para trasladarlo.
En la carta que Guitérez Gutiérez escribió de puño y letra dice que hoy a las 12:30 aproximadamente
, recibió las advertencias cuando el custodio abandonó el lugar, dejándolo con dos personas solo, quienes le dijeron que lo iban a chingar
y adonde lo movieran. Temo enormemente por mi vida
. Responsabilizó a todas las autoridades del estado por su seguridad, así como a los mandos superiores, incluyendo al gobernador.