También inciden la extraedad del estudiante así como vivir en zona rural o urbana
Puntajes bajos en lengua y comunicación, jóvenes que destinan tiempo a otras labores: INEE
Domingo 28 de enero de 2018, p. 30
El trabajo infantil, la extraedad de los alumnos, vivir en una zona rural o urbana, e incluso, la escolaridad promedio de los padres son factores que inciden en los niveles de aprendizaje, revela el Plan Nacional para la Evaluación de los Aprendizajes (Planea) 2017 para alumnos de tercer grado de secundaria.
De acuerdo con los resultados difundidos por el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), los adolescentes que destinan más de tres horas al día a quehaceres en el hogar, en un negocio familiar o como empleados independientes reportan los puntajes más bajos en lengua y comunicación, así como en matemáticas, en comparación con los compañeros que no realizan esas actividad.
Por lo que se refiere a los estudiantes con extraedad –quienes superan en años al escolar promedio por grado– se mantienen, en promedio, 40 puntos por debajo del logro académico que alcanzan los menores que estudian en la edad típica que corresponde a cada grado en educación secundaria.
En lenguaje y comunicación, los resultados de Planea 2017 señalan que los alumnos en edad típica alcanza 504 puntos de media nacional, mientras que aquellos con extraedad tienen una media de 460 puntos. En matemáticas, también obtienen 504 puntos los adolescentes en edad típica por grado escolar, pero sus compañeros con extraedad tienen una media de 469 puntos.
Si se considera la localización de la escuela, se reporta que aquellos alumnos que cursan la secundaria en plantel rural tienen un puntaje promedio de 452 puntos en la asignatura de lenguaje y comunicación, frente a 507 puntos de sus colegas que asisten a escuelas urbanas. Lo mismo ocurre en matemáticas, donde el puntaje promedio para centros escolares rurales es de 475, pero en escuelas urbanas alcanza los 503 puntos.
La diferencia por escolaridad de los padres también tiene una incidencia en el contexto escolar que enfrentan los alumnos que cursan lenguaje y comunicación, pues aquellos que tienen padres sin estudios se encuentran 161 puntos abajo en comparación con los adolescentes cuyos padres lograron cursar estudios universitarios o de posgrado.
El INEE destaca en el reporte de resultados de Planea 2017 que los estudiantes con padres que sólo cuentan con estudios hasta el nivel primaria tienen un puntaje promedio de 442 puntos en la citada disciplina; 474 si cursaron la secundaria; y 513 para aquellos con estudios de preparatoria, bachillerato o una carrera técnica, frente a los 559 de quienes lograron asistir a la universidad.