Moscú.

La policía rusa allanó un cine moscovita donde se proyectaba la película satírica La muerte de Stalin, comedia francobritánica sobre los últimos días del dictador, por lo que los responsables de la sala decidieron anular las proyecciones.

“Queridos amigos, por razones ajenas a nuestra voluntad, el cine Pioner se ve obligado a anular las sesiones de La muerte de Stalin a partir del 27 de enero”, informó la sala cinematográfica en un comunicado.

El ministerio ruso de Cultura había amenazado el jueves con sanciones administrativas a los cines que decidieran proyectar la comedia, cuya licencia de distribución fue anulada el martes, dos días antes de su estreno comercial en Rusia.

El cine Pioner decidió, sin embargo, organizar el viernes varios pases de esta película de Armando Iannucci, considerada extremista por cineastas y políticos rusos. Tras la primera sesión matinal seis policías se presentaron en la sala, interrogaron a varios empleados y sacaron fotos en el recinto.

La película relata de forma burlesca la lucha que estalló en la cúpula del poder soviético a la muerte de Stalin en 1953.

El pasado lunes, el ministerio de Cultura organizó un pase privado para responsables políticos, cineastas y diputados.

Los asistentes salieron visiblemente indignados de la proyección y firmaron un llamado al ministro Vladimir Medinski para que prohíba esa comedia extremista que ridiculiza los símbolos nacionales rusos.

Es una provocación contra la Rusia moderna declaró en rueda de prensa Mijail Miagkov, de la Sociedad Militar Histórica Rusa.

Es cierto, no es una comedia. Es una película trágica. Pero como el destino de nuestro país es triste, tenemos la costumbre de reír a través de las lágrimas aseguró Roman Laing, de 25 años, uno de los espectadores en el cine Pioner.