El cielo está incompleto se presenta hoy en El Péndulo Polanco
Miércoles 24 de enero de 2018, p. 4
La sociedad vive una gran desensibilización, pues es complejo crear puentes de empatía para las obras de arte que hablan de crisis políticas ajenas, dice la escritora Irmgard Emmelhainz, por lo que me era importante vivir el conflicto en Palestina para poder contarlo
, agrega en torno a su libro El cielo está incompleto, que será presentado este miércoles en la librería El Péndulo Polanco.
Con el subtítulo de Cuaderno de viaje de Palestina, el volumen editado por Taurus es un caleidoscopio de puntos de vista
a partir de su experiencia en los territorios ocupados e Israel, entre 2007 y 2015, explica a La Jornada.
Cuando vivía en Palestina tenía dos escrituras paralelas: la de mi doctorado, que era académico, y mi diario de 500 cuartillas. Varias publicaciones de escritoras, que me frustraron muchísimo, me impulsaron a hacer este experimento.
En el texto incorpora la mirada del otro, de los palestinos, que me están viendo como extranjera, mexicana y solidaria con la causa, y yo la revierto para describirlos a ellos. Un caleidoscopio que juega con diferentes texturas: hay descripción, diario, un poco de poesía, reflexión filosófica y una obra de teatro
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Emmelhainz encara la edición de este volumen para contar su estancia en una zona de guerra, completamente vulnerable porque no sabía adónde estaba llegando ni qué estaba pasando, desde el amor. Hay un amorío que está terminando, uno que acaba mal y uno que dura más, pero también está el amor y amistad que tengo con mi amiga israelí y mis mentoras palestinas
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En ese sentido, destaca, fue importante descubrir que su dolor y su mirada estaban marcadas por su género: Tenía esa fantasía, sobre todo al escribir desde la academia, que la escritura no está marcada por el género. O sea, si no abrazas un discurso feminista no hay género, pero claro que todo está marcado por ello. Es como voltear el espejo y ver que es mi mirada y también que está marcada por mi condición de mujer
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El libro incluye un capítulo académico, que describe Palestina desde el punto de vista histórico y teórico, en el que se examina lo que han escrito pensadores israelíes, palestinos y extranjeros.
La imagen del palestino arrojando piedras es la imagen de la precariedad más absoluta, porque con ellas no puedes hacerle daño a un tanque, explicó la autora en entrevista con La JornadaFoto Luis Humberto González
La autora mexicana afirma que Palestina es un territorio donde se prueban “las tecnologías de represión de las poblaciones redundantes (entendidas como vulnerables en cuanto a salud, trabajo y situaciones de vida precarias). El fenómeno demográfico que vemos ahí se aplica ya en muchos lugares del mundo.
La Ciudad de México es un enclave de sofisticación y privilegio rodeado de cinturones de miseria donde habitan poblaciones redundantes. Esta fórmula de enclave de privilegio/población redundante son los territorios ocupados en Palestina. La zona de Las Lomas es la misma demografía, porque están rodeadas de cinturones de miseria.
Sus viajes a la zona de conflicto le enseñaron las implicaciones de la colonización en México, el desplazamiento de poblaciones, el despojo de territorio por poblaciones más privilegiadas y la apropiación de recursos, porque lo que está en juego allá no es un conflicto étnico-religioso de musulmanes contra judíos o de israelíes y palestinos, sino una pelea por el agua, el gas esquisto y la tierras fértiles, y es lo que estamos viendo en todo el mundo
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La situación se puede resumir, señala, en que la mayoría de sus amigos palestinos habían estado en prisiones israelíes por lanzar piedras a los tanques; eran adolescentes de 12 o 13 años. Tiene que ver con la testosterona, pero también con mucho enojo y tener un enemigo concreto. La imagen del palestino arrojando piedras es la imagen de la precariedad más absoluta, porque con ellas no puedes hacerle daño a un tanque. Es una guerra asimétrica.
Me muevo mucho en el mundo de la producción cultural, pero haber estado en Palestina me dio a entender que los procesos políticos de a de veras es estar sumergido en la mierda hasta por encima de la cabeza. Y la cultura es un paliativo. Uno trata de cambiar algo, porque eso es lo que yo sé hacer: escribir es el arma que tengo, pero es como lanzar una piedra a un tanque.
El cielo está incompleto: cuaderno de viaje de Palestina se presenta hoy a las 19 horas en El Péndulo Polanco (Alejandro Dumas 81, colonia Polanco).