Consumir infusiones de plantas medicinales al mismo tiempo que se sigue un tratamiento farmacológico puede incidir en un menor efecto de algunos medicamentos en los pacientes, de acuerdo con Rosa Ventura Martínez, académica del Departamento de Farmacología de la Facultad de Medicina de la UNAM, quien estudia los efectos de algunas plantas mexicanas utilizadas en la medicina tradicional y sus interacciones con fármacos conocidos.

Sus investigaciones se centran en el estudio de diversas plantas útiles en el tratamiento contra el dolor, específicamente la tilia americana, en su variedad mexicana, y su interacción con el diclofenaco, uno de los analgésicos antinflamatorios no esteroideos más utilizado en el sector salud, ya que es barato y eficaz contra varios tipos de dolor, pero debido al daño gastrointestinal que puede ocasionar no se utiliza durante largos periodos de tiempo.

Hasta ahora los resultados de la investigación indican que la interacción de la tila con el diclofenaco no es tan apropiada como suponíamos, pues hemos observado una disminución en el efecto del analgésico.

Este hallazgo es importante porque si los pacientes usan un tratamiento alternativo y uno indicado por un médico, y ambos contribuyen a un mayor alivio, no hay problema, pero si el efecto del fármaco prescrito por el médico es revertido y los pacientes que están tomando dos cosas al mismo tiempo y no lo informan a éste, pueden considerar que el medicamento no sirve y dejar de consumirlo.

La experta dice que se piensa que si los productos naturales no benefician, tampoco hacen mal, pero estudios científicos evidencian que existen plantas que tienen efectos adversos o pueden tener interacciones no necesariamente benéficas con algunos medicamentos.

Esta investigación busca proporcionar un sustento científico de los efectos de la tilia americana sobre el dolor, lo cual permitiría hacer recomendaciones a la población para su uso en la medicina tradicional: No sólo que la información se quede con nosotros, sino que permee a quienes la practican, que tienen conocimientos muy valiosos, a veces empíricos. Pero también es una alerta para que los médicos estén atentos y conscientes de que los pacientes no sólo usan fármacos, sino también extractos o infusiones de plantas medicinales o suplementos alimenticios. En la medida en que tengan más conocimiento de las posibles interacciones, darán más importancia a esta información.