El Ejército y la Fuerza Aérea viven una transformación cultural en cuanto a la equidad género y se han hecho esfuerzos notables para que haya igualdad en sus filas; no solamente se han incorporado mujeres en actividades y áreas que antes eran exclusivas de hombres, además, con la transformación de la ley ya se garantiza el acceso de ellas a todos los niveles de mando y la posibilidad de convertirse en generales de división y con eso aspirar a ser titular de Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).

En la actualidad hay cinco mujeres generales en activo; en las próximas décadas las actuales generaciones que hagan una carrera en especialidades como artillería, caballería, arma blindada y otras, tendrán los blasones para ser divisionarias.

Esta equidad no sólo beneficia a las mujeres, desde este año ya se permite que hombres cursen carreras como enfermería, actividad que desde 1938 había sido exclusiva para ellas y por eso se cambió hasta el nombre de institución educativa y ahora se denomina Escuela Militar de Enfermería.

En términos de igualdad, ahora en la Sedena ya se otorgan licencias por paternidad a los varones militares y se aprobó que los hombres puedan inscribir a sus hijos en los Centros de Desarrollo Infantil (Cendi), los cuales en el ámbito civil únicamente aceptan que sean mujeres trabajadoras las beneficiarias.

El proceso de equidad comenzó en 2007 y durante la gestión del actual secretario de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos Zepeda, han crecido las posibilidades de igualdad entre hombres y mujeres militares, de tal manera que en la actualidad hay 16 mil 701 efectivos femeninos y se espera que al final de su administración haya 25 mil, informó la teniente coronel enfermera Yadira Paredes Rojas, jefa del Observatorio para la Igualdad de la Sedena.

Este observatorio se creó el 14 de de diciembre de 2011 y tiene como función planear, implementar y evaluar políticas que prevengan cuestiones de discriminación por motivos de género, y que conduzcan a la igualdad sustantiva.

–¿Cuántas mujeres integran la Fuerza Aérea y el Ejército Mexicano?

–Actualmente cuentan con 16 mil 701 mujeres. Este número es un logro importante, ya que al inicio de la administración representábamos 6 por ciento de la plantilla. Al final de la gestión se tiene proyectado que el número de mujeres llegue a 25 mil, equivalente a 12 por ciento del total de integrantes de la Sedena.

“A partir de 2007 el sistema educativo militar tiene una transformación importante, el tema de género deja de ser un factor excluyente y la convocatoria es modificada. Anteriormente sólo los hombres podían ingresar al Heroico Colegio Militar, y a partir de ese año se abren las puertas no nada más en esa institución al servicio de intendencia y posteriormente en 2013 a las armas de artillería y de zapadores.

Actualmente ya contamos con egresadas de estos cursos de formación. El sistema educativo es para nosotros un punto fundamental, ya que es donde se forman los futuros mandos, y cuando se abre el ingreso de mujeres al Heroico Colegio Militar, también lo hacen las puertas de la Escuela Superior de Guerra, de la Superior de Ingenieros, de la Militar de Aviación y eso realmente enriquece el proceso educativo, lo hace más incluyente y más diverso.

Con 23 años de servicio, Paredes Rojas ha alcanzado el grado más alto que puede obtener el personal de servicios (administración, intendencia y sanidad) del Ejército Mexicano.

Sin embargo hay mujeres que en la actualidad pueden alcanzar el grado de general de división en las áreas de infantería, caballería, artillería, blindada e ingenieros y en la Fuerza Aérea.

A partir de este ciclo escolar, la Escuela Militar de Enfermería (que antes era Escuela Militar de Enfermeras) cambió su nombre y se permite el ingreso a hombres a un espacio que desde 1938 había sido exclusivo para mujeres.

–¿Aquí la equidad no sólo es en cuanto al género femenino, sino también para los hombres?

–Así es. Lo importante es que aquí no sólo las mujeres tengan mayor inclusión, sino que los hombres incursionen también en espacios que tradicionalmente han sido para mujeres. Lo que buscamos actualmente, y por lo que se ha trabajado de manera importante, es igualar las condiciones y que ambos tengamos las mismas oportunidades.

“Se han hecho esfuerzos notables para que este proceso de igualdad transforme un entorno social y cultural, y para ello se ha trabajado en la capacitación y sensibilización. Ha sido cambiar roles, crear espacios y una dinámica en donde aparentemente va a subir el conflicto, pero la realidad nos ha demostrado que hombres y mujeres trabajando juntos nos beneficia a todos, ya que los hombres también aprenden otras formas de relacionarse. La educación ha sido fundamental para la transformación cultural.

“Todo esto no ha sido improvisado, ya que para esta inclusión se han impulsado medidas que beneficien a los militares varones; también se ha transformado la infraestructura institucional, al crear espacios que antes sólo eran para hombres.

“Otra parte importante ha sido la creación de espacios como los Cendi, ya que eso ha permitido que la mujer se incorpore de manera más fácil al campo laboral, pero no sólo las mujeres, sino que esto también es un beneficio del que también pueden hacer uso los hombres; la bibliografía militar ya tiene un lenguaje incluyente y se aplica un proceso de revisión y ajuste en la doctrina militar para que los manuales y procedimientos tengan lenguaje no sexista.

Actualmente los cambios en la Ley Orgánica del Ejército y la Fuerza Aérea nos permite llegar hasta donde queramos, y lo que es relevante es que las mujeres ya podemos ser generales.

En activo militar hay cinco mujeres generales, 24 coroneles, y ocupan puestos importantes en la estructura de la Sedena, toman decisiones en instituciones educativas y como comandantes de aeronaves, de tropas, y otras que están en el Estado Mayor de la Sedena.