El precandidato presidencial del Partido Revolucionario Institucional, José Antonio Meade, y el aspirante por ese mismo instituto político al gobierno capitalino, Mikel Arriola, firmaron un pacto por la Ciudad de México, la cual, aseguraron, tiene todo menos un buen gobierno, pues ha ignorado a la ciudadanía en los pasados 20 años.

Los abanderados del tricolor ofrecieron impulsar una ruta crítica para resolver los problemas de la capital del país en materia de movilidad, seguridad, educación y acceso al agua.

Entre los compromisos asumidos por ambos está construir 100 kilómetros del Metro sin subir la tarifa, 59 kilómetros de trenes suburbanos en cuatro rutas de la periferia, un circuito exterior para transporte de carga, un millón de cámaras de videovigilancia y cuerpos policiacos más capacitados y mejor pagados, agua para Iztapalapa y convertir la ciudad en la primera entidad en cumplir con el nuevo modelo educativo, con sus 4 mil 200 escuelas con horario completo.

Frente a la Plaza de la Constitución, desde la terraza de un restaurante, donde estuvieron presentes dirigentes, militantes y simpatizantes del tricolor, Arriola aseguró que habrá coordinación de los niveles de gobierno para resolver los problemas de la ciudad con visión metropolitana.

Después de la firma del pacto, celebrada en el Gran Hotel de la Ciudad de México, en el Centro Histórico, el aspirante presidencial enfrentó el rechazo de algunos transeúntes, quienes le gritaron ¡corrupto! ¡Meade, el partido te va a quitar! y “¡Arriba El Peje!”, en el breve trayecto en el que caminó hacia su vehículo.