Madrid.

La plataforma Tabarnia, que empezó como un juego, casi como una respuesta irónica al auge del independentismo en Cataluña, crece y gana adeptos cada vez que en tono lúdico pretende hacer frente al nacionalismo imperante en la región. Su objetivo es independizarse de una Cataluña independiente, al menos las dos regiones que por votos siguen siendo mayoritariamente unionistas o españolistas: Tarragona y Barcelona.

En un tono de ficción, que según ellos pretende emular al surrealismo de la fuerzas independentistas, los tabarneses presentaron ayer a su presidente en el exilio: Albert Boadella, un bufón y actor catalán que emigró hace más de dos décadas de la región después de llevar a escena los excesos de poder y la corrupción del entonces máximo líder del nacionalismo, Jordi Pujol.

El encono y la división que imperan en Cataluña desde hace varios meses han generado un nuevo movimiento social que cada vez cuenta con más seguidores dentro y fuera de la región. Reinterpreta los argumentos que esgrimen las fuerzas nacionalistas para exigir la independencia (mejorar la balanza fiscal, defender los recursos y la discriminación idiomática), pero su máxima exigencia es que en caso de que se lleve a cabo la secesión unilateral, se respete la mayoría no nacionalista que hay en Barcelona y Tarragona y que se disgregue el territorio catalán.

Así, en esta propuesta ficticia, nacería una nueva región que se llamaría Tabarnia (juego de palabras de Tarragona y Barcelona, las dos provincias que dejarían de pertenecer a Cataluña y que se mantendrían unidas al Estado español). Con lo que Cataluña sólo estaría integrada por las provincias de Lleida y Girona, las menos pobladas y las menos ricas, pero en las que prevalece el voto independentista.

A unas horas de que inicie la nueva legislatura con la que las formaciones soberanistas pretenden concluir su proceso de separación unilateral, los impulsores de la plataforma presentaron su alternativa política y los medios digitales desde los que van a mantener el pulso con el independentismo. En tono sarcástico y ficticio, eligieron a su presidente en el exilio, parodiando la situación en la que se encuentra desde finales de octubre el ex presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, quien se refugió en Bélgica y ahora pretende ser investido a distancia y llevar las riendas de la región y de los debates parlamentarios a través de skype.

Durante la presentación de Tabarnia, el presidente ficticio en el exilio, Albert Boadella, acérrimo crítico del nacionalismo desde hace décadas y que ha escrito y protagonizado algunas de las obras de teatro más mordaces contra el régimen de Jordi Pujol, aseguró que los rufianes han destrozado Cataluña, pretenden destrozar España y Europa si pueden. A los separatistas no les importa llevarnos a la ruina absoluta. Afortunadamente, la Moreneta nos ha iluminado y los ciudadanos de Tabarnia han iniciado el renacimiento del sentido común.

Boadella añadió que Tabarnia se quiere reír en libertad de todo y de todos porque llega el momento de decir adiós a los trinchadores. Se acabó el tiempo de hacer bufonadas con nuestro dinero. Los tabarneses queremos seguir siendo copropietarios del Museo del Prado y de la Alhambra de Granada. Tabarnia es un concepto geográfico que coincide con aquellas zonas donde no ha ganado el separatismo y que desde hace ya años se ha desconectado mentalmente de la Cataluña institucional. La constatación de que cuando hablan del pueblo de Cataluña hablan sólo de una parte. En Tabarnia se puede ser libre sin ser perseguido como traidor; en Tabarnia cabemos todos. Viva Tabarnia que es lo mismo que decir Viva España.

Como era previsible, los dos principales partidos nacionalistas, Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) y Junts per Catalunya (JuntsxCat) anunciaron que llegaron a un acuerdo para apoyar la investidura de Carles Puigdemont y además presentarán a Roger Torrent –de ERC– como candidato conjunto para presidir el Parlamento. Así, ambos se reparten las dos principales instituciones del país.

Ahora sólo queda por resolver si logran sacar adelante sus propuestas, lo que se decidirá a partir de este miércoles, cuando se constituya el nuevo Parlamento y se nombre a los representantes de la mesa. A partir de ahí se fijará la fecha para la sesión de investidura, que según los plazos legales el primer debate deberá llevarse a cabo a finales de enero. En caso de no ser elegido por mayoría absoluta, se llevará a cabo una segunda sesión en la primera semana de febrero en la que sólo será necesaria la mayoría simple. Entre ERC y JuntsxCat suman 66 escaños de los 135 que integran el Parlamento, aunque también podrían contar con el apoyo de los cuatro parlamentarios de Candidatura de Unidad Popular.

Puigdemont, refugiado en Bélgica con otros cinco ex consejeros, intentará ser investido a distancia, pero tanto los responsables jurídicos del Parlamento como el resto de los grupos de oposición expresaron su rechazo, que a su juicio iría en contra de la ley. De hecho, el presidente del gobierno español, el derechista Mariano Rajoy, anunció que si los nacionalistas siguen adelante con esta estrategia presentarán un recurso para paralizar la investidura y mantendrán en vigor la aplicación del artículo 155 de la Constitución.