El llanto de los bebés no sólo es indicador de sus necesidades más inmediatas, también puede revelar alguna patología como hipoacusia o sordera, asfixia o hiperbilirrubinemia, incapacidad que tienen los recién nacidos para eliminar la bilirrubina en la sangre, provocando acumulación en tejidos y fluidos de su cuerpo.

Esos problemas pueden ser detectados hasta con 95 por ciento de precisión durante los primeros seis meses de vida, gracias a un programa desarrollado por miembros del Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica. Esto es, mediante modelos computacionales inteligentes que procesan el llanto.

Espectograma

Carlos Alberto Reyes García, líder de la investigación, en entrevista para la Agencia Informativa Conacyt, explicó: “Los médicos grabaron el llanto del bebé en la etapa prelingüística, en rangos de edad de los dos a los seis meses. Estas primeras muestras las convirtieron en un espectrograma al que se le detectan características cuantitativas, es decir, valores numéricos que tienen representaciones a partir de lo que se conoce como coeficientes de predicción lineal o coeficientes cepstrales de frecuencia Mel.

Una muestra completa de llanto se divide en segmentos, todos etiquetados en una misma clase. A cada uno de ellos les extraemos sus características acústicas con vectores de datos, con los que realmente se hace el trabajo. Luego esos vectores se pasan a los modelos de clasificación y se determina qué tipo de llanto es.

Reyes García añadió que también se miden aspectos cualitativos en los que se aprecian cambios drásticos en la frecuencia del llanto del bebé, dobles armónicos, vibratos, silencios, concentración de ruido y tipos de melodía.

Se hace una línea de llanto continua y se procesan los datos para entrenar nuestros modelos, los cuales se implementan para hacer un reconocimiento de pautas similares en todas las muestras que se tomaron. Esto ayudará a saber si existe un indicador anormal en el desarrollo del bebé.