La Procuraduría General de la República (PGR) aplicó el Manual de Investigación y Documentación Efectiva sobre Tortura, Castigos y Tratamientos Crueles, Inhumanos o Degradantes, mejor conocido como Protocolo de Estambul, a Alejandro Gutiérrez Gutiérrez, ex secretario general adjunto del PRI detenido en Chihuahua.

Ese documento, adoptado por México, sirve para determinar si un inculpado ha sido víctima de tortura o algún otro trato que atente contra su integridad y derechos, tal como lo ha denunciado su defensa.

Su abogado, Antonio Collado, reportó a un noticiero radiofónico que Gutiérrez es videograbado las 24 horas y vigilado por guardias armados.

Señaló que entre el jueves y el viernes de la semana pasada se le practicaron los exámenes médicos y sicológicos para casos de posible tortura y/o maltrato.

El procedimiento de la procuraduría para aplicar dicho protocolo indica que la evaluación es realizada por un médico en privado, sin la presencia de ninguna otra persona, y los resultados deberán ser evaluados por un comité de observación.

En caso de que se dictamine que hubo tortura, la PGR tendrá la obligación de comenzar una averiguación previa por ese delito contra quien resulte responsable.

Gutiérrez se encuentra detenido por presunto desvío de recursos públicos para beneficiar campañas del Partido Revolucionario Institucional. Tras las denuncias de tortura en su contra, el fiscal general del Estado, César Peniche Espejel, negó que exista un trato inadecuado hacia Gutiérrez en la cárcel.