Hospital Juárez de México llama a observar crecimiento anormal de extremidades
Lunes 15 de enero de 2018, p. 36
El crecimiento anormal en brazos y/o piernas de los niños, así como la aparición de bolitas
, son señales de alarma de cáncer de hueso, advirtió el doctor Agustín Rodríguez Blas, jefe del servicio de radiología vascular del Hospital Juárez de México.
Es frecuente detectar este padecimiento, comentó, luego de que ha provocado la fractura de alguna extremidad. Por ello, agregó, es fundamental la detección temprana de la enfermedad, pues se evita el riesgo de amputaciones y de pérdida de vida de los pacientes; además, los tratamientos aportan un beneficio mayor, incluso pueden curar este tipo de tumoración, subrayó.
Señaló que en el Hospital Juárez de México el cáncer de hueso se erradica mediante la quimioterapia intrarterial de mínima invasión, que ataca directamente al tumor y evita que las células malignas se diseminen (metástasis) a otras partes del cuerpo.
La técnica consiste en introducir el medicamento mediante un catéter conectado a la arteria que alimenta y ayuda al tumor a crecer. Esto mejora la efectividad del tratamiento, indicó Rodríguez Blas.
Dijo que desde hace 15 años en ese hospital se ha atendido con éxito a niños de ocho a 15 años con osteosarcoma y sarcoma de Ewing, los tumores óseos de mayor prevalencia en menores.
Con ese procedimiento también se reducen hasta 70 por ciento los efectos secundarios del tratamiento, en comparación con la quimioterapia convencional. Se ha observado, agregó, que entre el tercer y cuarto ciclo de la aplicación el tumor se reduce hasta 90 por ciento.
Rodríguez Blas destacó la importancia de una detección oportuna. De eso depende el éxito del tratamiento, dijo, al hacer un llamado a los médicos generales y pediatras a que si observan alguna anomalía en las extremidades de sus pacientes, los refieran a un hospital de tercer nivel, donde se pueden realizar los estudios clínicos para confirmar o descartar la presencia de cáncer.
Informó que el Hospital Juárez da atención integral. Después de eliminar la neoplasia los menores son enviados a medicina física, rehabilitación y sicología. Con el apoyo de asociaciones civiles se les proporciona una prótesis, en caso de que la requieran.