Quienes reciben la ayuda se gastan casi todo en viajes a las delegaciones estatales
La mayoría de los programas se destinan a la comercialización o a las grandes empresas
Lunes 15 de enero de 2018, p. 34
Las reglas de operación de algunos programas de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) hacen prácticamente imposible obtener esos recursos para la mayoría de los pequeños productores del país, debido al llenado de formatos, los requisitos y la necesidad de realizar varios viajes a las delegaciones estatales, lo que absorbe casi todo el apoyo recibido, señaló la Central Independiente de Obreros Agrícolas y Campesinos José Dolores López Domínguez (CIOAC-JDLD).
Esta organización sostuvo que del presupuesto destinado para el sector agrícola y ganadero sólo 5 por ciento llega realmente a los pequeños productores.
En México hay 5.3 millones de unidades de producción rural (o unidades agrícolas) en el país. La mayoría (4.3 millones) son de agricultura familiar o de pequeños productores, es decir, zonas de cultivo de 10 hectáreas o menos, explicó el dirigente de la agrupación, José Domínguez López Barrios.
Agregó que la mayoría de los apoyos de las dependencias federales, como incentivos o compensaciones ante los costos internacionales, se destinan a unas 18 mil unidades de producción de grandes empresas nacionales o extranjeras.
Los recursos no llegan, aseveró, porque la mayoría de los programas se destinan a la comercialización o a las unidades de mayor producción del país. En cambio, los pequeños productores necesitan realizar trámites extensos y tener computadora o celular con Internet, a lo cual muchos no tienen acceso.
Por ejemplo: para el Programa de Apoyos para Productores de Maíz y Frijol (Pimaf), las ayudas van desde mil 500 hasta un máximo de 4 mil 500 pesos, pero si no cubren los requisitos deben efectuar varios viajes a las delegaciones estatales y algunos campesinos pierden casi todo el dinero recibido en los traslados desde zonas serranas.
El primer paso para solicitar el apoyo es llenar un formulario en Internet. López Barrios afirmó que también requieren llenar formularios de más de 20 páginas y hasta registrar la huella digital y el escaneo de iris y de voz. Asimismo, deben entregar imágenes satelitales o georreferenciadas de la extensión de su terreno, para lo cual necesitan una computadora para buscar sus predios en aplicaciones como Google Maps.
“Si realmente el dinero fuera para quien lo necesita, estaría bien; sería importante para potenciar la producción en el país, pero de los 334 mil millones del programa especial concurrente –el que se destina al sector– casi 200 mil millones de pesos ya tienen nombre y apellido en los padrones de algunos programas y operación de las dependencias. Por eso sólo quedan 140 mil millones para la parte productiva”, indicó.
De acuerdo con estimaciones de la CIOAC-JDLD, sólo 5 por ciento de esos 140 mil millones de pesos (alrededor de 7 mil millones) se destinan a los 4.3 millones de pequeños productores. Si se repartiera de forma equitativa a cada uno de ellos, sólo podrían recibir un apoyo anual de mil 627 pesos.
Un programa directo al productor es el de Proyectos Productivos (FAPPA), el cual tiene poco más de 815 millones de pesos de presupuesto. Tan sólo el año pasado se registraron más de 75 mil proyectos para obtener esos recursos, pero sólo lo lograron 12 mil proyectos.
Otros programas, como el de apoyos a la comercialización, contó con 9 mil 748 millones de pesos iniciales, y desde 2016 aumentó durante el transcurso del año. Sin embargo, se destina a la comercialización, no a los productores.