Con Castillo, los crecidos Pumas esperan al América
n arranque alentador ha tenido el equipo de la Universidad Nacional Autónoma de México que tras haber protagonizado una espectacular voltereta en la fecha inicial, ahora se impuso cómodamente a un Atlas más negro que rojo. Nicolás Castillo, ese frágil jugador tan asediado por las lesiones, vio caer sus bonos el torneo anterior; incluso se especuló su salida del plantel auriazul, pero hoy es el artífice del envión de los agigantados Pumas.
Al maltrecho tobillo derecho del atacante chileno le salieron alas y su magia lo tiene en la cima de los romperredes… Con frecuencia los inicios de campaña suelen ser meros señuelos, la realidad esclarece el panorama semana a semana, pero también es verdad que una seguidilla de triunfos infunde confianza y brío. Así llegarán los modestos Pumas la próxima semana ante el América, afanado en dar lustre a su mote de millonario.
El equipo de David Patiño, ubicado en la cima, se presenta como el rival de lujo, propicio para lanzar al ruedo a las adquisiciones de Miguel Piojo Herrera: el francés Jérémy Ménez, quien de inmediato será comparado con André-Pierre Gignac, y el colombiano Andrés Ibargüen. Ambos tuvieron ruidosas recepciones en el aeropuerto, hasta donde llegó un puñado descontrolado de las huestes de quien se hace llamar Aitor Águila, uno de los líderes de la barra Monumental.
Los amarillos apenas empataron ante Pachuca, buen pretexto para que directivos y aficionados ansíen ver a sus refuerzos. No obstante, el delantero mexicano Henry Martin pone en la encrucijada al técnico Herrera. Mandarlo a la banca en pleno romance con el gol sería un sacrilegio; más vulnerable quedó el Hermoso Peralta tras haber fallado –de nuevo– un penal.
Jorge Vergara se estrangula con su propia lengua. Anunció cambios en la estructura administrativa de Chivas por el mal manejo
del caso Oswaldo Alanís, un dardo con dedicatoria a José Luis Higuera y Matías Almeyda, pero días después se desdijo. El Rebaño amenaza tener un torneo peor que el anterior, si eso es posible.
En el rebautizado estadio tapatío la gente desfogó su frustración abucheando a Carlos Gullit Peña, quien con sus 2 millones de pesos al mes es uno de los mejor pagados de la Liga Mx, y con gusto aguanta más que una rechifla. Pero para los seguidores del Guadalajara fue más doloroso ver el gran desempeño de Carlos Fierro, ahora con la playera celeste.
Desvalijado el equipo rojiblanco no pinta para nada. Los refuerzos santistas están muy verdes y la figura de Almeyda –enganchado en dimes y diretes– se desgasta; tal parece que el ciclo del técnico argentino se acerca a su fin. No lejos de ahí, en Colomos, el profe José Guadalupe Cruz luce agobiado: los Zorros han tenido un mal arranque y su cabeza pende de un hilo.
El que aspiró oxígeno puro fue Pedro Caixinha. La victoria sobre Chivas –luego de un empate en liga y derrota en el torneo de Copa– le quitó presión; no obstante, el reto sigue siendo enorme: poner fin a dos décadas de fracasos. Un duro escollo será el choque ante los Panzas Verdes del Léon, que junto a Pumas lideran la tabla general.
La directiva que encabeza Jesús Martínez Jr. pasó de lo sublime de un buen inicio a la grotesca contratación –tan sólo para hacer ruido– del estadunidense Landon Donovan, quien a sus 35 años ya gozaba de más de un año de retiro. Landon es uno de los jugadores que más repudio ha mostrado hacia México e incluso alguna vez pidió a su afición gritar Eeeh... ¡muuuro!
Ahora corrige: No creo en los muros
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En la absurda liga mexicana las directivas se preocupan más por ser estridentes en la elección de refuerzos mientras las fuerzas básicas enmohecen. En medio de la saturación de foráneos el seleccionador Juan Carlos Osorio deberá apelar a toda su magia para poner en punto fino a su plantilla hacia el poco atractivo partido del día 31, frente a Bosnia Herzegovina.
Y como no es encuentro de fecha FIFA, los futbolistas que figuran en plantillas europeas, pero que juegan muy poco, seguirán siendo una preocupación para el colombiano, apurado en sus cuadernillos de tareas, porque, nadie lo duda, serán titulares en Rusia 2018.
