Nueva York.

Joaquín El Chapo Guzmán Loera no comparecerá ante el juez federal que lleva su caso en esta ciudad el próximo 19 de enero, día en el que se cumple un año de la extradición a Estados Unidos desde México del ex jefe del cartel de Sinaloa. Ayer, el juez Brian Cogan decidió retrasar hasta el 15 de febrero la nueva vista oral preparatoria del juicio.

Guzmán está acusado de 17 cargos por los cuales podría ser condenado a cadena perpetua. Está previsto que el proceso judicial inicie el 16 de abril, aunque el abogado defensor, Eduardo Balarezo, solicitó al juez que lo retrase cuatro o cinco meses para poder prepararse mejor, ya que entró en el caso apenas en septiembre, cuando relevó a los dos abogados de oficio que tuvo El Chapo desde su extradición.

El 19 de enero de 2016, mientras Donald Trump se preparaba para ser investido presidente al día siguiente, Guzmán aterrizó en Estados Unidos; México había extraditado a uno de los criminales más reclamados por su vecino.

Desde entonces, más allá de los guardias que lo vigilan, es probable que nadie sepa cómo es su celda en el Metropolitan Correctional Center, una de las cárceles de mayor seguridad de Estados Unidos. Ni siquiera su actual abogado ni los dos que tuvo antes han podido ver la celda en la que jamás se apaga la luz.

La prisión está situada muy cerca de uno de los extremos –el de Manhattan– del famoso puente de Brooklyn. Es conocida por haber albergado a miembros de Al Qaeda y a Bernard Madoff, el gestor bursátil que hizo temblar Wall Street con su estafa piramidal. Según The New York Times, presos que pasaron por el penal lo calificaron de cámara de tortura. Otros medios le han puesto el sobrenombre de el Guantánamo de Nueva York.

Guzmán Loera se encuentra en una celda del piso 10, en una unidad de segregación administrativa, es decir, bajo continua y estricta vigilancia. Además, tiene impuestas medidas administrativas especiales –las que se conocen como SAM por sus siglas en inglés– que el gobierno estadunidense impone a reos peligrosos.

Bajo ese régimen Guzmán sólo ha podido ver a sus abogados. En agosto, el gobierno autorizó la visita de las gemelas de seis años que tiene con su actual mujer, la ex reina de belleza Emma Coronel, y una hermana.Las niñas han ido a verlo en dos ocasiones: en agosto y unos días antes de Navidad.La defensa de El Chapo asegura que el estricto régimen de aislamiento en el que se encuentra está causando estragos en su salud: muestra incapacidad para recordar y se queja de alucinaciones auditivas, se siente perseguido y sufre depresión.