Andrés Manuel López Obrador rechazó tener relación con gobiernos extranjeros y en especial con Venezuela, después de que en aquel país desconocidos pintaron bardas con su nombre.

Reiteró que se trata de una campaña negra, de desprestigio, contratada por la mafia del poder, “buscando meter miedo a los mexicanos, haciendo creer que si ganamos (las elecciones), México será como Venezuela. Señaló que están muy desesperados porque la mayoría de los mexicanos ya se decidieron por un cambio verdadero.

Pidió que nadie se deje engañar. No conozco al presidente de Venezuela, al señor (Nicolás) Maduro; no conocí al finado (ex presidente Hugo) Chávez, no tengo ninguna relación con los políticos de Venezuela ni de otros países, señaló en un video publicado en su cuenta de la red social Facebook.

Aseguró que lo de las bardas en Venezuela es una estrategia de publicistas muy poco originales, bastante elementales, menores, mediocres, que no prosperará, como la de 2006, cuando Dick Morris y Antonio Solá, esos mercenarios de la publicidad, propagaron la frase López Obrador un peligro para México.

Pedirá a panistas abandonar ese partido

En el municipio veracruzano de San Rafael, López Obrador anunció que este jueves hará un llamado a los panistas para que no continúen en Acción Nacional, porque ese partido, desde el gobierno de Carlos Salinas, perdió su doctrina, sus ideales y principios, a partir de Salinas surgió el Prian. Indicó que hay panistas que tienen sus ideologías apegadas la fundación del partido con Gómez Morín y los llamará a que participen en la transformación de México, establecer una verdadera democracia y terminar con la corrupción, no que se inscriban a Morena.

El político tabasqueño aseguró que apenas testereó a Miguel Ángel Yunes Linares, gobernador de Veracruz, y se puso enojadísimo, porque sólo dio a conocer que el gobernador tiene un reloj de 6 millones de pesos.

Comentó que no irá al debate propuesto por Yunes Linares para el domingo, porque andará en Coahuila y Monterrey, y le mandó un mensaje: sería muy bueno que él tomara la decisión de que su hijo no fuese el candidato a gobernador de Veracruz.

Dijo que eso es lo que más debe de preocuparle a los veracruzanos: el nepotismo, porque eso es una vergüenza para Veracruz, nunca en la historia de México había sucedido lo que pasa en el estado, y llamó a sus amigos historiadores para que indaguen cuándo había sucedido algo parecido.