En el epílogo de su encargo como responsable de la política interior, Miguel Ángel Osorio Chong afirmó que frente a problemas desatendidos en México, dialogamos y tendimos puentes de entendimiento. Y que ante las diferencias y los conflictos, buscó construir soluciones pacíficas y por la vía de la legalidad, sin dar la espalda a los desafíos, abriendo las puertas de las instituciones para escuchar y resolver las problemáticas con tolerancia, sensibilidad e inclusión.

En estos cinco años, aseguró, se generaron condiciones de gobernabilidad y estabilidad en una etapa de profundas transformaciones y se convirtió a la pluralidad en fuente de coincidencias y soluciones, a pesar de quienes buscan polarizar y dividir.

Al final de una jornada en dos tiempos, durante la cual en más de un momento lo desbordó la emoción, al salir por la puerta que conduce a los jardines y las oficinas de Los Pinos, Osorio Chong declaró sentirse muy satisfecho con mi vida, muy orgulloso de lo que he podido lograr; soy un hombre de convicciones que no va por puestos, va por proyectos.

El político de Hidalgo recibió ayer una distinción poco frecuente en el gobierno cuando un funcionario de su nivel deja el cargo. Con el presidente Enrique Peña Nieto como principal testigo, en una ceremonia convocada para temas de población, anunció su renuncia a Gobernación y ofreció una síntesis de su labor en la dependencia.

Hombre de ideales y proyectos

También asumió la dimensión de los retos del país, y apuntó: Por ello se ven pequeños quienes sólo acusan y descalifican sin proponer. A nadie conviene estar en contra de todo y en favor de nada.

Se definió como un hombre congruente, de ideales y proyectos, con profundo amor a México, y agradeció al presidente Enrique Peña Nieto la responsabilidad encomendada en 2012. Este gobierno, más allá de las encuestas y consideraciones electorales, dijo, se atrevió y tuvo la determinación de concretar los cambios necesarios para detonar el desarrollo nacional.

Al referirse a Peña Nieto, expuso: Cuando pienso en usted, no tengo duda que la historia no se equivocará al juzgar al hombre que pensó en el país y no en su persona; al jefe de Estado que pensó en cómo hacer la diferencia para que las cosas caminaran, para mejorar el bienestar de la gente.

El mandatario retribuiría en el mismo acto y más tarde, cuando formalizó los cambios en su gabinete, con conceptos elogiosos al desempeño de Osorio Chong, su lealtad y entrega comprometida, tanto con el titular del Poder Ejecutivo como con el país.

Ovacionado incluso de pie, Osorio Chong dijo haber asumido el desempeño de su responsabilidad en Gobernación –donde permaneció poco más de cinco años– de cara a los mexicanos, con honestidad y firmeza. He actuado con pasión y por amor a México y laborado para un gobierno que, con hechos, demostró el valor de la palabra, liderando con gran visión de Estado la transformación de un país que lo merece absolutamente todo.

De ese modo, Miguel Ángel Osorio Chong dijo haber alentado la colaboración, el entendimiento y la corresponsabilidad, frente a la distancia y el desencuentro que existía entre los poderes de la Unión y, del mismo modo, apostamos por la cercanía y coordinación con estados y municipios.

En el tema de seguridad, planteó que los problemas se enfrentan sin voltear la cara y con un acompañamiento decidido a los estados. Donde antes había uso electoral y reparto de culpas, ahora hay coordinación y colaboración, y donde antes existía competencia por ver quién hacía más, hoy existe suma de esfuerzos.

Reiteró su convicción: Divididos, siempre ganará la delincuencia; pero unidos gana la tranquilidad y gana la legalidad.

También presentó datos acerca de la instrumentación del nuevo Sistema Penal, del combate a la discriminación, la erradicación del machismo, la protección a la niñez, los temas migratorios y de refugiados y, particularmente, en la atención a las víctimas de la violencia para construir soluciones concretas.