Debido al avance en la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de Ciudad México (NAICM) se tiene que hacer una separación vertical entre el Grupo Aeroportuario de Ciudad de México (GACM) y la Secretaría de Comunicaciones y Transportes”, así como asegurar el resto del financiamiento hasta la culminación del proyecto, sin depender del presupuesto público, advirtió José Ángel Gurría, secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos. Expuso: “Hay que perseverar en la reforma del gobierno corporativo del GACM, dotarlo de mayor autonomía de gestión y de auditoría interna, así como fortalecer su consejo mediante la incorporación de un número mayor de consejeros independientes que no sean funcionarios públicos y que, por tanto, no estén expuestos a motivaciones políticas. Gurría consideró que como el proyecto comienza a funcionar por cuenta propia, se requiere que el GACM, como entidad corporativa, pueda definir su estrategia de negocios, resolver problemas operativos y tomar sus decisiones de inversión.