Ante la disyuntiva del gobierno de Michoacán de convertir la casa del pintor, grabador y muralista Alfredo Zalce (1908-2003) en oficinas burocráticas, circula una carta dirigida al presidente Enrique Peña Nieto; a la secretaria de Cultura federal María Cristina García Cepeda; al gobernador Silvano Aureoles, y a la secretaria de Cultura estatal, Silvia Figueroa, en la que se solicita devolver su vocación original de museo-casa-taller.

En la misiva, facilitada por la periodista Beatriz Zalce de Guerrif, hija del artista, se informa que el inmueble de Carmelinas 409, en Morelia, fue rematado en un pleito de Conciliación y Arbitraje. Aun así, en 2008, “el gobierno de Michoacán lo recuperó –con recursos públicos– para transformarlo en la Casa Taller Alfredo Zalce, recinto cultural donde se preservaría el espíritu creativo, académico y cultural que durante tanto tiempo la habitó y donde se generó un semillero de jóvenes talentos”. Su padre la habitó durante medio siglo.

En un artículo de prensa, Zalce de Guerrif escribió que en septiembre de 2011, a iniciativa de Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, se crea un patronato presidido por él, con la participación de la Secretaría de Cultura estatal, la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, el ayuntamiento de Morelia y ella misma.

Nuevamente se habló del proyecto de convertir la casa Zalce en espacio para la enseñanza, centro abierto a la sociedad, vinculado a la comunidad artística, con salas para exposiciones temporales, cafetería y tienda; que retome los talleres artesanales de cerámica y joyería; donde se den talleres de grabado y pintura, donde pueda sesionar la Fundación Cultural Alfredo Zalce.

Referente de identidad

Según la misiva, dicho proyecto quedó truncado cuando convirtieron la casa, primero en bodega y, luego, en oficinas de la Secretaría de Cultura de Michoacán. Por tanto, se demanda a la Secretaría de Cultura federal y al gobierno estatal restablecer el proyecto original de convertir la morada del artista en Casa Taller Alfredo Zalce, ya que debe ser referente de identidad de la ciudad de Morelia, donde el artista desarrolló la mejor producción de su obra; así como la casa del pintor francés Paul Cézanne, en Auvers sur Oise, es un sitio de peregrinación turístico-cultural, y como la Casa Azul de Frida Kahlo, en Coyoacán, atrae a miles visitantes del mundo.

A 110 años del nacimiento de don Alfredo –12 de enero–, se deja clara la necesidad de preservar y difundir su legado, a la vez de que debe continuar como el lugar donde los jóvenes pintores logren aprender el oficio, como Zalce soñó y solicitó. Se pide recuperar el recinto a fin de que no sea otro de tantos proyectos culturales fracturados.

El nombre de Alfredo Zalce está escrito con letras de oro en uno de los muros del Congreso de Michoacán. Fue en su casa de Morelia donde ideó innumerables proyectos para desplegar sus murales en edificios emblemáticos de esa ciudad, donde diseñó sus esculturas como las Estelas de la Constitución, produjo su vasta obra de caballete que hoy forma parte de la colección de museos mexicanos y extranjeros, trazó sus grabados que recogen los ideales combativos del legendario Taller de Gráfica Popular, del que también fue fundador, y donde trabajó infinidad de piezas de cerámica, orfebrería y tapices.

El miércoles 10, a las 11 horas, se presentará la carta en conferencia de prensa en el Club de Periodistas de México. Posteriormente se irá a entregar a Palacio Nacional.

Para adherirse a la carta puede escribir a la siguiente dirección electrónica: [email protected]