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El país, socio pobre del Tratado de Libre Comercio de América del Norte

Salarios, estancados desde 1993; mexicanos ganan 4 veces menos que estadunidenses

Revela estudio que el poder de compra se ha reducido 14.4% durante el actual gobierno

 
Periódico La Jornada
Lunes 8 de enero de 2018, p. 12

Los salarios en México llevan 25 años estancados, por lo cual la diferencia entre los sueldos que perciben los trabajadores mexicanos respecto de sus homólogos en Estados Unidos se elevó casi cuatro veces.

Es decir, los empleados en nuestro país perciben cuatro veces menos que los estadunidenses, según mediciones de 2000 a 2016. Esta brecha amplió la divergencia de bienestar y niveles de vida entre ambas partes e hizo que México sea el socio pobre del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).

Así, la integración del país a ese acuerdo no ha permitido la convergencia en crecimiento y bienestar con sus socios, señala el análisis México, país de trabajadores pobres, elaborado por la doctora Graciela Teruel, directora del Instituto de Investigación para el Desarrollo con Equidad (Equide); Miguel Reyes y Miguel López, del Observatorio del Salario. Ambas instancias, de la Universidad Iberoamericana (Uia) de Ciudad de México y Puebla, respectivamente.

El análisis indica que la brecha salarial entre los trabajadores mexicanos y los canadienses aumentó de 2.7 a 3.1 veces.

México es el socio pobre de Norteamérica. Es un país en el que no sólo hay crecimiento económico insuficiente, sino éste no es dirigido en su mayor parte hacia la población pobre. No hay crecimiento pro pobres que genere empleos y mejore significativamente las remuneraciones en las partes baja y media de la distribución.

Los sueldos no crecen en este país. Ello, además de no generar bienestar a la población trabajadora y en general, fomenta de manera persistente la pobreza y contribuye en todo caso a la profundización de la desigualdad, expone.

El informe plantea que el ingreso de los mexicanos es uno de los renglones de la pobreza multidimensional, que en las pasadas dos décadas y media permanece prácticamente inamovible en nuestro país. Incluso, los salarios siguen perdiendo poder adquisitivo. En la presente administración –contrario a lo que sostiene el discurso oficial– el poder de compra de los sueldos promedio y mínimo se ha reducido 14.4 y 3.9 por ciento, respectivamente.

Esta situación contribuye a que más de la mitad de la población asalariada, 51.7 por ciento, permanezca por debajo de la línea de pobreza monetaria o línea de bienestar que marca el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, según el análisis. Añade que esto está perpetuando la pobreza y minando las posibilidades de movilidad social.

Puntualiza que a la situación de bajos ingresos de los mexicanos han contribuido varios factores, entre ellos la implementación de una reforma laboral que abarata los costos de contratación y despido; la desvinculación de mejoras salariales con productividad o rendimiento de las empresas; el aumento en la participación de empleados con mayor precarización, y elevadas tasas de desempleo en población con mejores índices de escolaridad.

Por último expone que el papel de la política salarial en la pobreza monetaria en México, en el mejor de los casos, ha conducido tanto a la ampliación de la divergencia económica con América del Norte como a que los niveles de bienestar de la población mexicana no mejoren y persista la situación de pobreza.