Sofía tiene 11 años. Su deseo es recibir de los Reyes Magos un rompecabezas con la imagen de algún cuadro de Remedios Varo. La búsqueda fue incansable, pero hoy tendrá una grata sorpresa en su casa, como Antonio, que a los nueve años sólo piensa en ganarle al ajedrez a su abuelo Miguel. Quizá por eso su carta a Melchor, Gaspar y Baltazar fue muy específica: juegos de destreza y un libro de historias de terror.

No son pocos los niños que cada año desafían a los Magos de Oriente con peticiones nada convencionales. Julieta quiere un libro de pócimas mágicas y Carlos, su hermano, un cuento con el que él pueda escribir la historia.

Pese a la creciente demanda de dispositivos tecnológicos para este 6 de enero, también hay menores que prefieren aquello que aún sigue desafiando su imaginación. Quizá por ello los juguetes didácticos, los rompecabezas y los juegos de mesa son los más demandados en las librerías y tiendas especializadas en materiales didácticos, donde al menos 30 por ciento de las compras, aseguraron vendedores, fue de juguetes no convencionales.

Martha, publicista y madre de dos hijos, reconoce que “sería mucho más fácil que los Reyes Magos regalaran la tablet o el teléfono inteligente, pero desde pequeños tratamos de que sus juguetes no hicieran todo por ellos. Buscamos siempre despertar su imaginación y hacerlos sentir que eran ellos quienes hacían la magia”.

Entre rompecabezas 3D y juguetes con desafíos matemáticos, Daniel, vendedor de una librería, acomoda mercancía que rápidamente desaparece de los estantes ante decenas de desesperados Reyes que emplean las pocas horas que aún quedan para tener todo listo y cumplir los antojos de miles de niños.

Desorientación

Muchos llegan desorientados porque no comprenden las instrucciones de las cartas. Los niños son específicos y quieren determinado libro de su autor o saga favoritos. Por lo general atendemos a niños muy exigentes, porque son conocedores y solicitan juegos o textos muy especiales. Eso desespera un poco a Melchor, Gaspar y Baltazar, pero con suerte logramos cumplir sus deseos, asegura.

Uno de esos Reyes tuvo que recorrer media ciudad para encontrar el libro de ciencia ficción que tanto le habían pedido. Recorrí más de 15 librerías. Pensé que sería una misión imposible, pero fue lo único que quiso. No le podíamos fallar, afirma sonriente, mientras se aleja entre una multitud de otros Reyes que seguían buscando ese juguete tan especial, que incluyó desde unas cartas mágicas o la marioneta de un pirata con pata de palo.