La carestía combinada con devaluación del peso encarece insumos y maquinaria importados
Incrementos a tortilla y huevo influyen para reducir la posibilidad de bajar la inflación: Idic
Sábado 6 de enero de 2018, p. 16
El encarecimiento de precios de los combustibles, la electricidad y el gas va a tener un efecto negativo sobre la actividad económica del país este año porque seguirá presionando la inflación y provocará una pérdida de poder adquisitivo en la población, señaló el director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (Idic), José Luis de la Cruz Gallegos.
El directivo del centro de estudios –financiado por el sector privado, pero en el que participan académicos y analistas quienes hacen sugerencias al sector gubernamental en materia de política industrial– refirió que los costos de la electricidad en el sector de la transformación subieron 10 por ciento en 2017 y dicha alza no se ha trasladado completamente a los precios finales.
En entrevista, el también presidente de la Comisión de Estudios Económicos de la Confederación de Cámaras Industriales recordó que el aumento se combina con una depreciación del tipo de cambio, lo que encarece la compra de insumos y de maquinaria extranjera.
Lo anterior, adelantó, se traducirá en que no existirá una recuperación del poder de compra y además existe el riesgo de que si la inflación vuelve a quedar por arriba de los incrementos salariales generales, no sólo del mínimo, va a disminuir la capacidad de compra de las familias y constituye un riesgo sobre todo para los más pobres para quienes los alimentos también están teniendo alza relevante
.
Recordó que los incrementos en el precio de las tortillas y el huevo son elementos que afectan la posibilidad de tener una inflación baja.
El alza de los precios se da en un contexto en el que el ingreso de los trabajadores mexicanos permanece prácticamente inamovible
en los pasados 25 años, según un reporte del Observatorio de Salarios de la Universidad Iberoamericana de Puebla publicado el pasado jueves.
Tan sólo en el presente sexenio, los salarios promedio y mínimo han perdido 14.4 y 3.9 por ciento de su poder adquisitivo, respectivamente, destaca.
Uno de los problemas que tiene el ingreso es que los aumentos salariales no están vinculados con la capacidad de trabajo, la productividad, la organización, escolaridad y habilidades de las personas, sino sólo de acuerdo con la inflación esperada, lo cual genera que muchos asalariados que tienen niveles educativos más avanzados estén aceptando salarios que antes se les pagaban a los que cursaron sólo secundaria o hasta la preparatoria
, señala en entrevista el director del Observatorio, Miguel Santiago Reyes.
Empleo depauperado
Destacó que pese a que en el gobierno actual sí se generaron más fuentes de empleo que en anteriores, actualmente en el país 51 por ciento de los trabajadores y 66 por ciento de los que laboran en el sector informal están por debajo de la línea de la pobreza.
Incluso habiendo estudiado muchos años y estando en el mercado laboral trabajando, no robando, ni traficando
, señaló.
De acuerdo con el reporte de la casa de estudios, los salarios en general muestran caídas importantes, fundamentalmente a partir de 2012 y refiere que comparando 2005 con 2016, estudiar un posgrado o una licenciatura en México da salarios mensuales 28 y 20 por ciento menores.
Agrega que la brecha salarial entre México y Estados Unidos se amplió de 3.6 a 3.9 veces entre 2000 y 2016, en tanto que la que se tiene con Canadá aumentó de 2.7 a 3.1 veces.