Pese a falta de ayuda gubernamental, comparten alimentos y dan gracias por estar vivos
Martes 26 de diciembre de 2017, p. 25
Unión Hidalgo, Oax.
Con piñatas, dulces, cantos navideños y una cena comunitaria, damnificados de este municipio celebraron una posada para dar gracias a la vida
porque haber sobrevivido al terremoto del 7 de septiembre pasado, que los dejó en la calle.
En el hogar de Maricela Espinoza Martín, de 44 años de edad, hace más de tres meses se instaló una cocina comunitaria y fue allí donde se concentraron más de 100 personas para cenar.
Maricela elabora pasteles, y perdió su casa. La Secretaría de Desarrollo Territorial y Urbano (Sedatu) no la registró como damnificada y no recibió apoyo de reconstrucción del Fondo de Desastres Naturales (Fonden). Duerme bajo una lona y láminas.
Los niños rompieron piñatas, bailaron y cenaron como familia. Brindaron por que en 2018 llegue la ayuda para reconstruir sus viviendas y señalaron que las autoridades los abandonaron.
María de Lourdes López Ruiz no recibió tarjeta de apoyo para reconstrucción. Su folio está duplicado con el de otro damnificado y la Sedatu no ha resuelto su queja. Mientras esperamos que Sedatu haga algo por mí y otras vecinas, preferimos celebrar con una cena navideña con nuestros ahorros
.
La cocina comunitaria abrió el 9 de septiembre y ha sido un alivio para los damnificados, pues muchos no tienen casa ni empleo.
Bufet centroamericano
En el albergue Hermanos en el Camino, de Ciudad Ixtepec, migrantes centroamericanos tuvieron la tradicional cena de Nochebuena, símbolo de esperanza ante la vulnerabilidad que viven fuera de su nación. Los acompañó el sacerdote Alejandro Solalinde Guerra, y fundador del refugio.
Días antes, equipos de migrantes y voluntarios prepararon platillos típicos de Honduras, Guatemala, El Salvador y Nicaragua y 150 personas compartieron el bufet.
El sacerdote y defensor de los derechos humanos ofreció una misa en la que llamó a la unidad y la esperanza. Explicó que en la Nochebuena hizo acto de presencia el Jesús migrante
en cada uno de los niños, mujeres y hombres del albergue, aunque reconoció que la llegada de migrantes al refugio ha disminuido.
Es una cena maravillosa de Navidad, algo muy agradable. La hicieron los voluntarios y los migrantes. Por eso decimos que Dios está con nosotros
, expresó.