Las nochebuenas no son tan dañinas como se dice, asegura experta de la Universidad de Indiana
Las bacterias contenidas en la nieve, cien veces menos que las que hay en el agua embotellada, afirma microbiólogo
La depresión en esa época del año, vinculada a la falta de luz en invierno
Jueves 21 de diciembre de 2017, p. 2
Chicago.
¿Las flores de nochebuena son realmente venenosas? ¿Qué tan puros son los copos de nieve? ¿Darnos un atracón nos hace subir de peso? Al igual que los confites, los mitos y las malas interpretaciones surgen en cada época navideña. Esto es lo que dice la ciencia sobre algunos de ellos:
Las nochebuenas no son tan dañinas como dice el mito. Aunque pueden ocasionar algún salpullido por tocarlas o náuseas por masticar o comer las hojas, no son mortales para los humanos o sus mascotas. Pertenecen a la misma familia botánica que las plantas que producen látex, por eso en algunas personas pueden causar alergia.
Rachel Vreeman, pediatra de la Universidad de Indiana, ha estudiado los mitos navideños. Citó un estudio en el que más de 20 mil reportes por intoxicación involucran contacto con esas flores.
En ninguno de esos casos hubo decesos ni lesiones serias. De hecho, más de 95 por ciento de los casos no requirieron atención médica
, agregó.
Su nombre en inglés (poinsettias) proviene de Joel Poinsett, un diplomático estadunidense que llevó la planta de México a Estados Unidos en el siglo XIX.
En lo que se refiere a los copos de nieve, éstos se forman cuando la humedad en la atmósfera se congela y se pega a partículas de polvo u hollín, incluso de gérmenes. Brent Christner, microbiólogo de la Universidad de Florida, ha encontrado que bacterias comúnmente halladas en plantas son agrupadores
de hielo presentes en abundancia en nieve de áreas pobladas, picos montañosos estériles e incluso en la Antártida.
¿Entonces atrapar copos de nieve con la lengua es mala idea? Es mejor que la nieve amarilla
, aseguró Christner.
El número de bacterias en la nieve probablemente sea unas 100 veces menor que la misma cantidad en el agua embotellada, señaló.
Referente a la depresión, según los científicos lo mismo que la época navideña agrega felicidad–grandes expectativas y tiempo con la familia– también puede ser estresante.
La depresión en esta temporada es real para muchas personas que han sufrido alguna pérdida o la ausencia de un ser querido, y el invierno puede detonarla aunque sea de forma transitoria. Esto está vinculado con la falta de luz en invierno, y algunos científicos consideran que la gente afectada produce más melatonina, la hormona que regula el sueño.
Las investigaciones sugieren que afecta a 6 por ciento de la población en Estados Unidos y en tasas mayores en los países escandinavos.
No obstante, hay más suicidios en primavera que en invierno. Nadie ha sabido decir por qué.
Ahora bien, la verdad sobre ganar kilos en esta época depende de si el vaso de champaña está medio lleno o medio vacío. Según un estudio, un estadunidense promedio sube poco más de dos kilos entre el Día de Acción de Gracias (a finales de noviembre) y el Año Nuevo. Otros dos estudios señalan que el aumento es de entre medio kilo y un kilo, aun así es suficiente para sentir los pantalones más ajustados.
Vreeman señaló que el problema no son los kilos que se subieron en la época navideña, sino que cada año se van acumulando.