Debido a una sobrexplotación de la orquídea en México y un mercado negro de esta flor, 184 variantes de las mil 300 especies que se han detectado en el país están en riesgo de desaparecer, alertó Isaías Gil Vázquez, investigador de la Universidad Autónoma Chapingo.

Recalcó que de no tomar medidas urgentes para su conservación, en 15 años podría desaparecer la mayoría de las especies de orquídeas del centro del país.

El mayor comercio de la orquídea se ha detectado en Tenango de las Flores, localidad del municipio de Huauchinango, al noroeste de Puebla, donde los habitantes cortan la planta en cerros para su venta, pero sin volver a cultivarla.

Desde hace unos años, la orquídea de recolección ha tenido un aumento en la venta. Lo hacen desde niños, señoras o gente que ya se dedica a ello, quienes van y recolectan en los cerros y las esconden en mochilas para después darle una presentación para vender; los montan en troncos o en ramos en precios muy baratos, desde 10 o 20 pesos. Ello hace que se comiencen a depredar los bosques, agregó el también profesor de este instituto educativo.

Grandes ganancias a costo de la deforestación

Señaló que la mayoría de las personas que se dedican a esta actividad son de escasos recursos que no se enfocan al cultivo de la orquídea, sino sólo la recolectan, lo que afecta directamente el desarrollo de esta flor.

También, han detectado cargamentos en camionetas que provienen de Michoacán, y quienes tampoco cultivan la flor, por lo que al no tener gastos de producción, obtienen grandes ganancias a costo de la deforestación de esta zona.

Subrayó que el problema que presenta esta actividad no es el comercio, sino que no hay un cultivo que evite su desaparición.

A ese ritmo que crece la demanda crece la sobrexplotación de las orquídeas silvestres, las esconden porque saben que si llega Profepa se las puede decomisar o poner multas, pero hasta que eso no pase seguirán vendiendo.

Para su conservación, Gil Vázquez explicó que ya trabajan en un banco de germoplasma en el que analizan semillas de 23 de las más de mil variantes de la orquídea, con lo que buscan evitar su desaparición y promover una reproducción en gran escala en las regiones donde se ha perdido la mayor cantidad de orquídeas.