Ante un auditorio mayoritariamente perredista, el precandidato a la Presidencia de la República por la coalición Por México al Frente, el panista Ricardo Anaya, pronunció un discurso en el que, como es recurrente, cuestionó el desempeño de los gobiernos de su partido, aunque ahora reconoció algunos avances.

Sobre la designación de Lizandro Núñez como titular de la Unidad de Fiscalización del Instituto Nacional Electoral (INE), aseguró en entrevista que preocupa que haya estado en el Servicio de Administración Tributaria (SAT), lo que le daría cercanía con el precandidato del Revolucionario Institucional (PRI), José Antonio Meade. Tenemos cierta preocupación y reservas, indicó, y anunció que hoy emitirá un posicionamiento.

En el salón del hotel Crowne Plaza de Polanco destacó el contingente del Partido de la Revolución Democrática (PRD) de Coyoacán, el que más porras lanzó a Anaya y al diputado Mauricio Toledo. Apenas el viernes pasado se dio en el centro de esa demarcación un enfrentamiento entre perredistas y simpatizantes de Morena, antes de un acto al que asistiría Andrés Manuel López Obrador.

Anaya comenzó su discurso con un reconocimiento al jefe de Gobierno de Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, por haber ayudado a consolidar la coalición, y dedicó varios minutos a nombrar a algunos asistentes. En un ejercicio de autocrítica –dijo–, sostuvo que en los gobiernos panistas de Vicente Fox y Felipe Calderón hubo avances, pero no se cambió el régimen, y ejemplificó con la permanencia del dirigente del sindicato de Pemex, Carlos Romero Deschamps. Prometió que él llevará a cabo una transformación profunda.

Aseguró que ganará la elección con propuestas audaces, pues el candidato de más de lo mismo es el candidato del PRI. Aseguró que su gobierno acabará con la corrupción, la pobreza extrema y la desigualdad. Anunció que reinará la ley, se pondrá fin a la impunidad y se recuperarán la paz y tranquilidad. La estrategia de la década reciente ha sido un fracaso; no seguiremos con más de lo mismo.

Aseguró que nos tiene pánico el sistema priísta; en el último mes se olvidaron de Andrés Manuel López Obrador. Afirmó que la fuerza de la coalición reside en que juntos PRD, Acción Nacional (PAN) y Movimiento Ciudadano (MC) gobernamos 16 estados, 16 capitales, más de 800 municipios; casi 50 por ciento de la población.

Sostuvo que la coalición de Por México al Frente está consolidada en 29 estados y no se descartan los otros tres (Morelos, Nuevo León y Puebla), mientras la del PRI y el Partido Verde llega apenas a 16 estados.