A más de un mes de que entraron en vigor las nuevas disposiciones de las leyes de Aviación Civil y Federal de Protección al Consumidor, los derechos de los pasajeros continúan sin ser respetados por las aerolíneas de bajo costo. Karina Mercado viajaba ayer por Viva Aerobús a las 10 de la mañana a Guadalajara, pero su vuelo estuvo retrasado por más de cuatro horas y la línea aérea, dijo, no le ofreció ni información oportuna ni compensaciones por ello.

Cerca de los mostradores de la aerolínea en la Terminal 1 del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, Mercado narró que fue informada de que su vuelo estaba demorado hasta que se presentó para documentar. En ese momento quien la atendió le dijo que su viaje presentaba un retraso de cuatro a seis horas y le solicitaron estar al pendiente.

De acuerdo con las nuevas disposiciones, el cambio de itinerario debe ser informado por teléfono, mensaje de texto o correo electrónico 24 horas antes de la salida o tan pronto como ocurra. En los casos de demoras que sean responsabilidad de la aerolínea deberán compensar dependiendo el retraso: de una a dos horas descuentos para vuelos posteriores hacia el mismo destino y/u ofrecer alimentos y bebidas según políticas de la empresa.

De dos a cuatro horas, los descuentos por compensación no podrán ser menores a 7.5 por ciento del precio del boleto, y mayor a cuatro horas, como en el caso de Mercado, descuentos para vuelos en fecha posterior hacia el destino contratado y/o ofrecer alimentos y bebidas. Además opciones de indemnización para la cancelación del vuelo. En cualquier caso, deberán ofrecer acceso a llamadas y correo electrónico.

No me ofrecieron raones de la demora ni mayor información

Karina Mercado dijo que no se le ofrecieron razones de la demora ni mayor información. Se siente desesperación, porque ya traía yo el plan de llegar a cierta hora, compromisos y la terminal aérea no es un espacio cómodo para esperar.

A Marcela Morelos esta misma aerolínea le cobró mil pesos más por trasladar una maleta, que aseguró la usuaria, ya había pagado. Narró que hace un mes compró su boleto para viajar a Tijuana y que en ese momento pagó por documentar una maleta de 23 kilogramos y le dieron otra más del mismo peso.

Sin embargo, al presentarse en el mostrador le dijeron que sólo podía pasar una y la otra se excedía, pues debía ser de 15 kilos, por lo que tuvo que pagar el extra. Las disposiciones establecen que los precios y tarifas deben respetarse.