La iluminación nocturna del Templo Mayor –cuya finalidad es que los visitantes entiendan las siete etapas de ese espacio ceremonial y resaltar elementos arqueológicos– estará concluida a finales de este mes, informó Bianca Moreno, subdirectora de museografía del museo de ese centro ceremonial mexica.

La primera parte de los trabajos, ya concluida, se dedicó a lograr una iluminación general a la zona; la segunda, que recién empezó, destacará de forma más puntual los elementos arqueológicos más importantes, explicó la funcionaria a La Jornada, tras la presentación este martes de la tarjeta conmemorativa del Metrobús por los 30 años del Museo del Templo Mayor y las cuatro décadas del proyecto que le dio origen.

El jefe de Gobierno Miguel Ángel Mancera habló de la conclusión a finales de este mes. Esperamos que se termine, aunque vamos a seguir desarrollando algunos detalles.

Moreno Alarcón destacó que la iluminación no se limitará al Templo Mayor, sino que se extenderá a los edificios aledaños. “Eso va a ser como un marco de la zona arqueológica.

Se trabajó en conjunto para que sea una iluminación muy cuidada, toda en blancos cálidos. No queremos que sea nada que tenga que ver con color, porque se quiere respetar la investigación y resaltar la zona arqueológica.

Bianca Moreno expresó que las labores se dan en colaboración con la administración capitalina, que aporta el trabajo de su sistema de luz e iluminación, el cual ha desarrollado trabajos similares en la Catedral Metropolitana.

Hace unos meses nos ofrecieron, de parte del jefe de Gobierno, hacer en conjunto con el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) una propuesta de iluminación para la zona arqueológica, que se ha venido trabajando desde hace un tiempo bajo los lineamientos de arqueólogos y restauradores especializados en la zona. El trabajo comenzó hace más de un mes.

En otro tema, la edición conmemorativa con 150 mil tarjetas ya se encuentra en circulación desde el miércoles en la Línea dos del Metrobús, dijo Guillermo Calderón, titular de ese sistema de transporte capitalino, acompañado por Morrison Limón Boyce, director de estudios arqueológicos del INAH.

Bianca Moreno mencionó que esta emisión se suma a los festejos por los aniversarios del museo, como la exposición Revolución y estabilidad, y un ciclo de pláticas sobre el recinto.

Las tarjetas cuentan con una reinterpretación de Eduardo Noriega de una imagen del Templo Mayor que se encuentra en el Códice Durán, que remite a Tláloc, dios de la lluvia, y a Huitzilopochtli, dios de la guerra. Es una analogía de lo que es el Museo del Templo Mayor, donde al lado norte están las salas dedicadas a Tláloc y al sur a Huitzilopochtli. Quisimos representar la dualidad de estos dioses, explicó.