Un total de 246 policías capitalinos perdieron la vida o resultaron lesionados en el cumplimiento de su deber entre enero y el 15 de diciembre de este año.

Así lo detallaron cifras de la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México (SSP-CDMX) presentadas durante el homenaje que ayer le rindieron al agente segundo Felipe Jiménez Mendoza, quien falleció el miércoles pasado al enfrentar a un grupo de sujetos que, pistola en mano, entraron a robar una tienda de la cadena Elektra localizada en la colonia Providencia, de la delegación Gustavo A. Madero.

Las cifras oficiales de esa dependencia precisan que de los 246 uniformados, 23 fallecieron encontrándose en servicio, y cinco de éstos perdieron la vida en actos heroicos, como fue el caso de Jiménez Mendoza.

Los lesionados sumaron 223 en lo que va de este año, 25 resultaron heridos por arma de fuego en distintas acciones; otros 96 se accidentaron en hechos viales, mientras 102 fueron atropellados.

Durante el homenaje rendido ayer al policía segundo acaecido recientemente, el titular de la SSP-CDMX, Hiram Almeida, y los principales mandos de esa dependencia, encabezaron el acto, junto con los deudos. Cerca de 800 uniformados de los distintos agrupamientos se concentraron desde la mañana en la colonia Doctores para participar en la ceremonia.

A las 13 horas en punto el contingente policiaco partió del Eje Central, en su cruce con Manuel José Othón, para trasladarse a Fray Servando Teresa de Mier y de ahí se encaminaron hasta la plaza de Tlaxcoaque, donde se ofreció una misa de cuerpo presente al agente, que tenía 14 años de prestar sus servicios.

Elementos del agrupamiento Potros (motociclistas), Cóndores (helicópteros), Fuerza de Tarea, Metropolitana, y de las policías Auxiliar (PA), Bancaria e Industrial (PBI), Proximidad, Sectoriales y de la Subsecretaria de Control de Tránsito y Vialidad acompañaron la carroza fúnebre en la que se trasladaron los restos del elemento ultimado por un grupo de asaltantes.

Al final, el secretario Hiram Almeida se limitó a manifestar que la ciudad y su población perdió a un policía que era “héroe de la calle y de la ciudad, padre de familia justo, honesto, que luchaba por la justicia.

“Eso –añadió– nos hace tener más valor para refrendar el compromiso social de defender a nuestra sociedad en contra de la delincuencia”.

Sobreviven a Felipe Jiménez Mendoza su esposa y sus dos hijos: Joel, de 20 años, y Meztli, de 18.