El gobierno no está listo para atenderlos: Otros Dreamers en Acción
Viernes 15 de diciembre de 2017, p. 12
Cada semana, decenas de migrantes mexicanos deportados por Estados Unidos llegan a la Terminal 2 del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), cabizbajos y con incertidumbre y desesperanza.
Después de seis años de vivir en Filadelfia, la mayor ciudad del estado de Pensilvania, Roberto fue expulsado. Sólo traía una muda de ropa y una bolsa de plástico con alimentos. Dice que con la llegada de Donald Trump a la presidencia la situación se puso crítica, porque está endureciendo las políticas migratorias para regresarnos
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Dice que luego de pasar con su familia las festividades navideñas planea migrar, pero ahora a Canadá. Me fuí cuando tenía 20 años y comencé a trabajar en restaurantes. En algunas partes de Estados Unidos las autoridades te detienen. No pienso regresar, porque no es fácil. De por sí nos tratan mal. Tienes que estarte escondiendo para que no te detengan.
Gloria no supo nada de su esposo durante un mes. Sólo recibió una llamada para decirle que sería deportado y que llegaría este jueves. Ante la incertidumbre de un rencuentro arribó desde temprano al AICM con una cartulina en las manos para darle la bienvenida.
En cuanto cruzó la puerta corrió y se abalanzó para darle un fuerte abrazo, mientras lloraba de gusto. Llevamos ocho años casados. Antes de que se fuera teníamos muchos problemas. El no saber nada de él te cambia la vida
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Rossy Antúnez es socióloga. Nació en una comunidad indígena en la zona norte de la sierra de Oaxaca. También fue deportada, pero en 2009. En la actualidad pertenece a la organización no gubernamental Otros Dreamers en Acción (ODA), que asesora a jóvenes mexicanos para que revaliden sus estudios.
“Están regresando en un contexto de violencia en el país. El gobierno no está preparado para atender ni a jóvenes ni adultos que son retornados. Las autoridades hablan mucho de la bienvenida a los dreamers, pero no saben cómo solucionar sus necesidades de empleo, y ahora, con la ley de seguridad interior, lo que pretende el gobierno mexicano es reprimir a la sociedad y silenciar las voces de los activistas”.
Desde 2012, ODA trabaja en el país con jóvenes mexicanos deportados y retornados. Les ofrece apoyo educativo en caso de que necesiten comprobar sus estudios y buscan alternativas para que puedan desempeñar y aprovechar las habilidades obtenidas mientras radicaron en Estados Unidos. El sistema en ese país nos obliga a regresar debido al endurecimiento de sus políticas.