Abu Dabi.

Una de las dificultades que deberá resolver el Gremio de Porto Alegre en la final del Mundial de Clubes, mañana contra el Real Madrid, será la forma de controlar a Cristiano Ronaldo.

El delantero portugués, quien ganó este año el Balón de Oro, se convirtió el pasado miércoles en las semifinales contra el Al Jazira en el máximo goleador histórico del certamen, con seis tantos.

Si uno mira sus números, es imparable, con un gol por partido. Es una estrella, un jugador extraordinario, afirmó Pedro Geromel, capitán del Gremio.

Gremio repetirá probablemente la defensa con la que ganó a Pachuca en semifinales, con Geromel y el argentino Walter Kannemann como centrales, y con Edilson y Bruno Cortez en los laterales.

La pareja de centrales del Gremio ya se ha medido a Cristiano Ronaldo. Geromel jugó contra el portugués en la temporada que el brasileño estaba en el Mallorca en octubre de 2012, y Kannemann perdió la final del Mundial de Clubes con San Lorenzo en 2014 contra el Real Madrid.

Recuerdo que perdimos (5-0 en Mallorca), pero eran otros tiempos y el Real Madrid jugaba de forma diferente. Cristiano estaba más por la izquierda y yo marqué más a Higuaín, resumió Geromel, que tras dejar el Mallorca en 2013 pasó al Gremio.

Por su parte, el argentino Kannemann, siguiendo las órdenes de su técnico Edgardo Bauza, fue el encargado de cubrir de cerca a Cristiano en la final del Mundial de Clubes de 2014, en Marruecos, en que el Madrid ganó a San Lorenzo por 2-0.

Ronaldo, con el aliento del argentino durante todo el partido, lanzó una frase ofensiva hacia el defensa durante el choque: Qué malo eres, impotente en una final en que no pudo marcar y tras la que el trofeo de mejor jugador del torneo fue para Sergio Ramos.

En tanto, ayer se informó que el árbitro mexicano César Arturo Ramos Palazuelos fue designado para pitar la final del Mundialito. El silbante estará acompañado en las bandas por sus compatriotas Marvin Torrentera y Miguel Ángel Hernández.