Jueves 14 de diciembre de 2017, p. 2
París. Las garrapatas ya chupaban la sangre de los dinosaurios, mucho antes de convertirse en la pesadilla de otras especies y de los excursionistas, según un estudio publicado en la revista Nature Communications. Un equipo de investigadores españoles y británicos halló en Birmania cuatro garrapatas perfectamente conservadas en el ámbar de secreciones de vegetales fosilizadas de 99 millones de años de antigüedad. Uno de estos parásitos, de la familia de las garrapatas terribles de Drácula
, estaba repleto de sangre
y otro tenía una pata enredada
en una pluma, que debía pertenecer forzosamente a un dinosaurio, puesto que las aves no existían.